Quienes están detrás de los teéfnoos y despejan las dudas de los vecinos a la hora de os reclamos y trámites antes eran empleadas domésticas, niñeras o vendedoras ambulantes. La mayoría tenía trabajos mal pagos y muchas se quedaron sin trabajo, pero ahora logran tener una nueva oportunidad de trabajo, digno y en blanco.
El contacto con el banco que los contrató surgió hace cuatro años y medio a través de la primera sucursal y la experiencia indicaba que era muy difícil que los call centers que usaba la institución pudieran comunicarse fluidamente con los vecinos.
"Nosotros le propusimos al banco poder llamarlos nosotros mismos", dice Silvia, una de sus integrantes. Muchas veces estos trámites resultan complicados y ellos sabén cómo colaborar: "Nosotros les hablamos con el mismo lenguaje, les aclaramos todas las dudas, los ayudamos a resolver sus problemas. Era importante decir que éramos de la Cooperativa La Juanita y preguntar en caso de mora cuál era el problema, por qué no habían podido pagar y encontrar una salida".
Empezaron trabajando solo para las sucursales de la zona, y el resultado fue tan satisfactorio que terminaron haciéndolo para las sucursales tradicionales.
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