Agustina Fernández, la joven que había sido atacada a golpes durante un presunto asalto el sábado pasado Cipolletti murió ayer en el hospital de esa ciudad rionegrina, por lo que familiares, vecinos y amigos de la víctima realizaron una marcha en reclamo de justicia.
La estudiante de Medicina de 19 años fue hallada asesinada en el domicilio de Pablo Parra, un amigo con quien ella había acordado cenar juntos.
Mientras avanza la investigación, el muchacho de 24 años dio su versión de lo ocurrido en el complejo de viviendas en el que también vivía Fernández.
Parra contó que Agustina se mudó allí en marzo y que el sábado se reunieron en el departamiento de él para cenar, lugar al que llegó ella pasadas las 19.20.
"Agustina se quedó preparando la ensalada, le dije que iba a comprar unas cosas y volvía enseguida. Pasé por lo de mis viejos a dejar una parrilla y estuve hablando con ellos", relató el joven.
Y añadió: "De ahí me fui directamente a la heladería, cerca de las 8 y compré helado. Después, me dirigí hacia mi domicilio y estacioné afuera. A la vuelta hay una despensa en la que compré dos cervezas y me puse a hablar con el dueño. Y de ahí me fui a casa".
Según detalló, no tardó más de una hora en regresar a su vivienda, a la que ingresó antes de las 21.
"Fue todo un horror. Llegué y las luces estaban apagadas. Entonces, entro y la veo a Agus tirada, temblando, convulsionandoa", describió Pablo sobre la escena al llegar.
De acuerdo con su relató, dejó caer una botella de vidrio que llevaba en las manos y se quedó "perplejo".
"Llamé a la Policía y a la ambulancia", afirmó y estimó que los agentes arribaron en menos de 15 minutos.
En tanto, recorrió su vivienda y en la habitación notó que estaba todo revuelto y que "estaba desparramada en el suelo" del patio interno la ropa que habia dejado tendida.
Además aseguró que se subió a un muro perimetral, lindante a una obra en construcción, y vio "una escalera parada".
"Enseguida volví y pedí ayuda a mis vecinos", señaló.
Parra dijo que en el complejo hay cámaras de seguridad, aunque puso en duda su funcionamiento ya que al inquilino anterior "le entraron dos o tres veces a robar".
Respecto a los faltantes, detalló que robaron su teléfonoy el de Agustina, además de la copia de las llaves del departamento que tenía la joven, 1000 dólares, un rosario de plata y ropa.
"Estoy muy angustiado, estoy devastado por esta situación. Intenté hablar con los papás de Agustina y fui al hospital con mis viejos, pero me dijeron que no era el momento", expresó.
Según el muchacho, en redes sociales lo acusaron por el crimen y lo escracharon. "Nadie sabe cómo fue todo. Yo sí lo sé", remarcó.
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