Los padres de Isabella Marino, la joven de 18 años que murió el lunes cuando se bajó de un colectivo en movimiento en la ciudad de La Plata, decidieron donar los órganos y hasta el momento tres personas salvaron sus vidas.
"Tenemos la absoluta seguridad de que es lo que ella hubiera querido", aseguró Carolina Jones, madre de Isabella.
A Isabella le declararon la muerte cerebral en la terapia intensiva del Hospital Zonal General de Agudos Mario Larrain, de la localidad Berisso, donde fue trasladada por SAME luego de haber quedado con heridas graves en la Avenida 122, límite entre esa localidad y la ciudad de La Plata, al caer de un colectivo de la línea 214, lo que fue filmado con cámaras de seguridad.
Según un testigo que iba a bordo de la unidad 5 de la línea 214, Isabella intentó bajar del transporte público estando en marcha porque se habría dado cuenta de que se equivoco de colectivo. Al arrojarse, cayó abruptamente al pavimento y quedó en grave estado. La caída de la víctima quedó registrada en una cámara de seguridad.
Por el siniestro quedó imputado bajo la carátula de homicidio culposo el chofer del micro, llamado Arseño Espinola, empleado de la empresa de transporte.
La familia de Isabella cuestionó la acción del colectivero. "Tenemos el alma en pedacitos, nos mató un poco a todos ese colectivero hijo de puta que le abrió la puerta en movimiento y a velocidad a mi pequeña Isita provocando que caiga golpeando su cabecita", expresó la madre, Carolina Jones.
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