Identidad sustituida: "Nadie es quien decía ser. ¿Quién soy?"

El Consejo Económico y Social trabajó el tema "Derecho a la Identidad de Origen y Biológica" junto a particulares damnificados durante aproximadamente 6 meses. De ese trabajo surgió un Proyecto de Ley que hoy se encuentra presentado en el Congreso de la Nación. Asimismo, surgió la necesidad de dar a conocer esta temática que afecta a casi 3 millones de personas a lo largo de 5 décadas.

La identidad sustituida trata aquellos casos en los que una persona es separada de su familia de origen y biológica y es anotada como propia por otra. Por lo tanto crecen convencidos de que su familia de crianza es la familia de origen.

En general, estas víctimas de la sustitución en algún momento de su vida descubren esta situación y comienzan una búsqueda de su familia de origen que sin medios, orientación ni recursos, pocas veces llega a ser exitosa.

La principal dificultad que encuentran estas personas al encarar la búsqueda es la falta de respaldo de una ley que los acompañe, ya que si bien existe legislación para los niños apropiados en la dictadura, no existe una ley para los apropiados durante la democracia.

El proyecto se concretó luego de que una mesa de trabajo auspiciada por el Consejo Económico y Social, realizara varios encuentros con los distintos sectores involucrados, que pusieron de manifiesto sus aportes y experiencias.

Aquí, la historia de Gabriela Mabel Centomani, nacida el 2 de agosto de 1963, en Capital Federal, como hija biológica de sus padres de crianza, se enteró hace 2 años de que su partida no es legítima.

En abril de 2013 Gabriela conoció a Silvina Luján Sotelo, quien ya llevaba varios años de recorrido, de búsqueda, y de conocimiento de la problemática, desde lo legal hasta lo social.

Silvina ya se hizo 7 exámenes de ADN, todos negativos. En ese camino judicial nadie la ha ayudado ni psicológica, ni económicamente, porque el Estado no tiene contemplados estos casos.

"Con el transcurso de los meses logramos el 'nacimiento' de la Ley, gracias al trabajo en equipo, lleno de respeto y responsabilidad, con el convencimiento de que es un derecho propio, que merecemos, que nunca debió faltar", sostiene Gabriela.