La Justicia de Rosario imputó este viernes a Ariel "Guille" Cantero, líder de Los Monos, como cabecilla de la barra brava de Newell’s Old Boys, en una causa que revela las complejas redes de extorsión, violencia y negocios ilícitos alrededor del club. También fueron acusadas diez personas, que integran tanto la facción oficial como la disidente de la barra leprosa, quienes se enfrentaron a tiros el año pasado por el control del paravalanchas.
Según los fiscales, Cantero maneja las operaciones de la barra desde la cárcel de Marcos Paz, delegando en su primo Diego Gabriel Cantero, quien actúa como su nexo con los cabecillas locales. Estos últimos reciben pagos por partidos de local, entre otros beneficios, y gestionan actividades ilegales como la extorsión a dirigentes del club y el cobro de dinero a los trapitos y carritos de comida.
Las facciones enfrentadas, comandadas por Leandro “Pollo” Vinardi y Alejandro “Rengo” Ficcadenti, se disputaron el liderazgo de la barra a través de amenazas y atentados, incluyendo el ataque con bomba de estruendo al finalizar un partido y varios intentos de asesinato. La disputa culminó en julio de 2024 cuando, según la investigación, Cantero optó por mantener a Vinardi al mando, pese a la presión del grupo disidente.
Entre los imputados se encuentran figuras clave como Leandro “Pollo” Vinardi, Sabrina Ivana Barrías, Emir Rodríguez, Luciano “Lucho” Gallardo, Fernando “Fer” Arriola, Mauro Travaglini, Alejandro “Rengo” Ficcadenti, Sergio “Bebe” Di Vanni y Oscar “Torrasa” Mauro.
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