Investigan si vendedores y "trapitos" trabajaban para barras en recitales

El juez federal Ariel Lijo investiga si vendedores ambulantes de ropas y comida y "trapitos" que trabajaron en los recitales de Kiss y Chayane, en el estadio José Amalfitani, operaban bajo órdenes de las barras bravas de los clubes All Boys y Vélez Sarsfield.

La investigación fue promovida por el fiscal Federico Delgado, quien requirió a la Policía Metropolitana que el 16 y 25 de abril pasados, durante los recitales en el estadio de Vélez, se llevaran a cabo tareas de investigación relacionadas con la presunta comisión de delitos.

La investigación permitió establecer que "un grupo de hombres y mujeres dedicados a la venta de vestimenta, entre otros productos de 'merchandising' relacionados al evento y al cuidado de vehículos estacionados en la zona, rendiría cuentas a 'barrabravas' de los clubes de Vélez Sarsfield y All Boys, a los que entregaban un porcentaje de lo percibido".

La Sala Sexta de la Cámara del Crimen entendió que "la conducta estaba subsumida en el delito de trata de personas con fines de explotación laboral", a raíz de "la afectación a la venta ambulante de alimentos, indumentaria y cuidar coches".

"La preocupación que a nivel mundial trae aparejada esta esclavitud moderna nos persuade aún más de la necesidad de concentrar en una misma jurisdicción la instrucción de este tipo de sumarios, para garantizar así que se cumplan los objetivos que fijan las normas", dijeron los jueces Marcelo Lucini, Mario Filozof y Luis María Bunge Campos.

Los camaristas recordaron que la legislación vigente "establece la competencia exclusiva de la justicia de excepción para estudiar el delito de trata de personas, en la que se debe incluir la explotación laboral".

Por esas razones, el expediente quedó a cargo del juez Lijo.