Julieta Silva, la mujer condenada por matar a su novio en 2017 y denunciada por su actual pareja por violencia, volvió a quedar detenida este lunes en el penal de San Rafael, Mendoza, luego de perder el beneficio de la prisión domiciliaria. La medida fue dispuesta por el fiscal Fabricio Sidoti tras detectarse un incumplimiento judicial previo.
La causa que motivó su regreso a la cárcel se originó en una denuncia anterior por desobediencia y amenazas, vinculada a una restricción de acercamiento que había sido dictada por una jueza de Familia.
De acuerdo con el comunicado oficial difundido por el Ministerio Público Fiscal de Mendoza, el nuevo expediente se originó en una denuncia radicada el 17 de julio. En esa presentación se reportó el incumplimiento de una orden de una jueza de Familia de restricción de acercamiento que le había sido impuesta a Silva respecto de la hija de su pareja y de la ex pareja de este hombre. Además, se habrían registrado amenazas verbales, cuyos detalles surgieron a partir de los testimonios incorporados a la causa.
Antes de ser trasladada al penal, Silva fue sometida a pericias de rigor en el cuerpo médico. Su situación judicial se agravó así a casi ocho años del crimen de Genaro Fortunato, el joven rugbier con quien mantenía una relación y cuya muerte la llevó a juicio en 2018.
En este contexto, también se resolvió que la hija menor de Silva quede bajo el cuidado de su abuela materna, como medida de resguardo inmediato. Además, intervino el Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI) para garantizar la protección de la menor.
Fuente: Infobae.
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