Portada  |  07 marzo 2022

La historia del austríaco que vendió armas en todo el mundo y asesoró en el desarollo siderúrgico argentino

El libro "Pasión imperfecta", de Roberto Lapid, autor argentino residente en Barcelona que escribe novelas históricas basadas en casos reales, refleja una historia de amor que acontece entre una Europa en guerra, los Estados Unidos y Argentina, donde el protagonista, un fabricante de armas austríaco, asesoró durante la primera presidencia de Perón en el desarollo siderúrgico nacional.

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Roberto Lapid es un arquitecto cordobés que entre 2002 y 2006 presidió la Filial Córdoba de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas). Actualmente se dedica a escribir novelas históricas basadas en casos reales, como "Dizna: mensaje desde el pasado", "El enigma Weis" y ahora "Pasión imperfecta".

En su última obra, publicada en España por Roca Editorial de libros y en Argentina por Penguin, narra la historia de amor de entreguerras de los austríacos Fritz Mandl y Hedy Kiesler.
 
Fritz Mandl fue un ingeniero que a sus 19 años se hace cargo de la destruida fábrica de armas de su padre y llega a poseer, en una década, una de las fortunas más grandes del planeta. Es rico, excéntrico, poderoso, mujeriego y astuto; un personaje adorado y temido por muchos.
Durante la preguerra, en los años 30, sus clientes son Mussolini, Hitler y Franco; entre otros. Sus amigos eran Truman Capote, Hemingway, Orson Welles, Juan Domingo Perón y Eva Duarte, a quienes conoció a través del Duce y asesoró en el desarollo siderúrgico nacional.
En 1933 al ver la película “Extasis” -donde la actriz Hedy Kiesler, de 19 años, interpretó el primer desnudo total femenino y el primer orgasmo en la pantalla grande-, se enamoró de ella y la cortejó hasta lograr casarse.
Hedy era una joven bella que estudiaba ingeniería y teatro. Luego de una pasión desenfrenada, Mandl la encerró en su castillo de Salzburgo, donde realizaba eventos con políticos, empresarios y jueces. Hasta que Hedy logró escapar a través de Europa y llegó a Nueva York en un transatlántico en el que conoció a Louis B. Meyer, presidente de la Metro Goldwyn Meyer. Antes de llegar a destino firmaron contrato y ella pasó a ser Hedy Lamarr, la mujer más bella del cine de Hollywood.
Hedy, fanática de las matemáticas y la física, y perturbada por el aniquilamiento que producían los misiles cuyas trayectorias eran evitables, inventó y patentó un sistema de comunicaciones para teleguiar torpedos y asegurar los contactos entre los aliados durante la guerra y se encargó de presentarlo al presidente Truman. Es el sistema que utilizamos hoy para comunicarnos con los teléfonos móviles, el Wi-Fi, el Bluetooth y el GPS.
Durante la obra de Lapid, el glamour de Hollywood se entremezcla con la crudeza de la guerra europea. Emboscadas, cárceles, peculiares inventos, campos de concentración, trampas, intrigas, secretos y pasión se suceden a lo largo de sus 262 páginas, para las que el autor tomó contacto con los hijos de los protagonistas como sus fuentes directas.

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