Hace 25 años que la vida de Vicente Fissore se transformó en un verdadero calvario. Tiene 78 años, trabajó como empleado de una fábrica en San Francisco y ahora está jubilado. Cobra la mínima y le sacaron todos los beneficios porque figura que sus ingresos son más altos.
El problema comenzó cuando descubrió que había un DNI mellizo, a nombre de una mujer con domicilio en Capital Federal, provincia de Buenos Aires, luego de que comenzaran a adjudicarle deudas que jamás contrajo. “Nunca me preocupé mucho. Creí que era algo insignificante, hasta que se enfermó mi mujer, que ya falleció. Ahí empezaron todos los problemas con PAMI para adquirir medicamentos y realizar el tratamiento de quimioterapia”, detalló indignado.
Desde entonces, está inscripto en el Veraz como deudor, no puede sacar créditos ni acceder a las tarifas sociales. Además, Fissore reveló que todo el tiempo recibe llamados de bancos, estudios jurídicos, tarjetas para cobrar lo que supuestamente debe. Presentó los papeles que conserva como prueba a todas las dependencias públicas y judiciales, pero nadie le da una solución.
Se enteró que en 1994, le adjudicaron una empresa de automóviles de alquiler y luego una de transporte de cargas pesadas y máquinas viales. En 1997, una empresa de transporte de pasajeros de larga distancia, en 2003 figuró en un convenio multilateral entre provincias y en 2013 en una empresa recaudadora de caudales y objetos de valor. “Y yo no tengo aire ni para inflar la bicicleta”, lamentó.
“Yo no estoy tranquilo. Estoy amargado por todo lo que me está ocurriendo. Me tienen de un lado para otro, nadie me saca de este lío que alguien me puso. No sé si la mujer existe o es un chivo expiatorio igual que yo", concluyó preocupado.
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