Portada  |  09 mayo 2022

La mujer trans que es operadora de radio del SAME y le salvó la vida a un bebé recién nacido

El bebé estaba sin signos vitales. Lo recibió una operadora del Sistema de Atención Médica de Emergencias de Mar del Plata, lo ubicó sobre su mano y apenas parte de su antebrazo, y comenzó a masajear la espalda mientras trataba de comunicarse con la madre.

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Una camioneta llegó de contramano y se estacionó de manera caótica frente al COM (Centro de Operaciones y Monitoreo) de la ciudad de Mar del Plata. Las cámaras indicaron las 2.55 del domingo 10 de abril. Se bajó corriendo un hombre que parecía pedir ayuda y tras él una mujer que se dirigió hacia otra puerta y parecía llevar algo en brazos. Se desencuentran. Ella volvió a la puerta donde estaba el hombre gritando “mi hijo se muere”.

El bebé estaba sin signos vitales. Lo recibió una operadora del Sistema de Atención Médica de Emergencias, lo ubicó sobre su mano y apenas parte de su antebrazo, y comenzó a masajear la espalda mientras trataba de comunicarse con la madre.

La operadora es Alma Cristal Barraza, la primera y hasta ahora única teleoperadora perteneciente al colectivo trans del país del servicio de emergencias SAME.

“Agarré al bebé, era un kilo de azúcar. Así de chiquito. Tenía los ojitos y la boquita cerrados y la cara y manitos moradas. No respondía, pero estaba un poquito tibio. Fui a todo o nada. Dado por hecho cómo entró él, yo dije: esto no puede quedar así. Lo primero que hago es darle calor sobre la espalda mientras le preguntaba a la madre -Mamá, mamá, qué pasó, con qué se ahogó, te dormiste, lo aplastaste, por favor, decime, ayudame”. Lo va diciendo de manera acompasada a los movimientos que hace con su mano sobre su pierna, como si aún Marquitos estuviera ahí.

La mamá es Yemina que estaba en total estado de shock y explica que “de esa noche me acuerdo muy poco. Solo puedo recordar que me lo dieron cuando ya estaba bien. Todo lo demás es borroso”.

En las imágenes del circuito de cámaras del organismo se puede ver a una madre estática en una mueca de dolor; un hombre hiperactivo, Marcos Etcheverry, el padre, que caminaba de un lado al otro, desesperado y Cristal con la mirada fija sobre el bebé, “me hice una cápsula impermeable entre Marquitos y yo”, recuerda. Fueron instantes donde el tiempo se detuvo para cuatro seres.

Luego de hacer ciertas maniobras sobre el bebé, y al ver que empezó a dar respuesta, le preguntó al padre qué tiempo tenía. Él dijo 20 días. “Era muy chiquito y muy chiquito para una maniobra de reanimación. Cualquier cosa que hubiese cometido mal le podía romper una costilla, por ejemplo. El desenlace habría sido otro”.

Cristal es teleoperadora formada en RCP y en maniobras de emergencia en neonatología y pediatría en cursos dictados por los médicos del SAME para dar instrucciones por teléfono. Alguna vez tuvo que hacerle maniobras de reanimación a un adulto, pero jamás a un niño y menos a un infante.

¿Qué le pasó a Marquitos? Yemina explica que el bebé tiene laringomalacia, una condición que presentan los bebés cuando aún no tienen los músculos de la faringe bien desarrollados y pueden ahogarse.

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