Portada  |  29 mayo 2018

La pesadilla de la casa propia se llama "Estrella del Sur", un gigante que va a remate

Está en Avellaneda. Es una gran mole de departamentos que se encuentra a metros de la estación de tren "Kosteki y Santillán", en Avellaneda. Cuatro torres que jamás fueron terminadas y que cuentan con el aporte de unas 100 mil familias que confiaron en un proyecto inmobiliario que terminó convirtiéndose en algo imposible.

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El proyecto inmobiliario “Estrella del Sur”, que cuenta con 27 pisos en cada una de las cuatro torres, es desde hace casi una década parte del paisaje de Avellaneda. Incluiría 718 cocheras, parque de juegos infantiles, dos piletas, gimnasio comunitario, guardería y jardín de infantes.

El complejo está a punto de ser rematado por orden de la Justicia, por lo tanto los vecinos desconocen cómo continuará su historia y cuándo, si es que eso es posible, podrán acceder a la vivienda por la que vienen pagando cuotas desde el año 2009.

En 2010 comenzó su construcción y sólo dos años después -con el 40% de las cuatro torres ya terminadas y una morosidad que no llegaba al 5%- la obra quedó paralizada.

Según Bapro Mandatos, empresa de una empresa del Grupo Provincia que administró el dinero del fideicomiso, a mediados de 2012 "se notó un desfasaje entre la inflación y la actualización de las cuotas" y aseguran que casi 300 familias abandonaron el proyecto: "Entre 2014 y 2017 el plan para reactivar la obra se formuló tres veces, pero no se pudo concretar", dijeron a los colegas del diario Clarín. Así es que Bapro Mandatos solicitó ante la Justicia la liquidación por "insuficiencia patrimonial". Una de las cuatro torres se encuentra terminada en un 80%. Y el resto, en un 40%.

El juez que interviene es Diego Papa, del Juzgado Comercial N° 12. "Se pagan $ 700 mil pesos por la seguridad. Ese presupuesto no es eterno, en poco tiempo el dinero se acaba y tenemos un temor enorme sobre lo que pueda pasar", dijo la contadora María Cristina Osso, quien junto a María Silvia Vighenzoni fue designada como auxiliar de la Justicia para recabar información sobre este caso, que será entregada al juez.

El desarrollador a cargo del proyecto es Bainter, cuyos titulares son Emi Primucci y Aleksan Markaryasoglu. Y hubo dos constructores, primero Criba -de la familia Tarasido, un gigante en el ámbito de la obra pública y privada- y luego Niro Construcciones, con obras como la Villa Olímpica de Villa Soldati, la torre de control de Ezeiza o el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño en Villa Lugano. A fines de 2017 Niro realizó una evaluación del edificio y determinó que se construyó por un valor de $ 1.500 millones.

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