OLX, la plataforma de clasificados propiedad del grupo internacional Prosus, encaró una fuerte reestructuración a nivel mundial que incluye el cierre de su segmento de compra-venta de autos en la Argentina, luego de cuatro años de actividad.
La compañía fundada por el argentino Alec Oxenford tiene su sede en Amsterdam, y presencia en 30 países.
Según informaron, como no encontró un único comprador, cerrará OLX Autos en Argentina, Colombia y México y tratará de vender las unidades de Indonesia, Turquía e India de manera independiente.
Anteriormente, ya se había ido de otros países de América latina, como Perú y Ecuador. Como consecuencia de esta decisión despedirá a 800 personas en todo el mundo.
Pese al cierre, OLX seguirá vendiendo los autos que tiene en stock en el país. "Lamentamos profundamente no poder seguir brindándoles este servicio en el futuro. Se respetarán todos los contratos de compra existentes, pero a partir de 14 de junio ya no se realizarán nuevas transacciones", informó la empresa en su página web.
Asimismo, remarcaron que "durante el proceso de cierre, contaremos con un equipo dedicado para gestionar todas las etapas y responder a cualquier pregunta que puedan tener".
Según la oferta que aún mantiene en su página web, la compañía tendría un stock de más de 5.000 autos y 1.000 motos. Las unidades se encuentran principalmente en sus sedes de Capital Federal y Provincia de Buenos Aires, aunque también tenía oficinas en Córdoba, Mendoza, Salta, Bahía Blanca y Neuquén. El año pasado contaba con más de 320 empleados.
En noviembre pasado, Prosus -la dueña de OLX- había reportado un crecimiento de 84% en las ventas de su división de autos, hasta alcanzar los US$ 1.000 millones en el primer semestre de 2022, pero el negocio no les resultaba rentable.
La salida de OLX se suma a una larga lista de empresas que cerraron, vendieron o cedieron sus negocios argentinos a representantes comerciales.
Si bien muchas veces se trata de reestructuraciones, lo cierto es que a la hora de achicarse Argentina es uno de los primeros países que se elige.
En los últimos tres años, más de 30 multinacionales cerraron o achicaron sus negocios en la Argentina. A esa lista se suman también firmas más chicas.
Dentro de las empresas que decidieron irse del país está el grupo brasileño Itaú, que está negociando con el Banco Macro, de la familia Brito, para venderle su operación minorista y así cerrar sus negocios en Argentina.
Por su parte, las empresas chilenas son las que lideran el éxodo. Parque Arauco, la aerolínea Latam -que dejó el negocio de cabotaje-, Falabella -que cerró sus locales- y Masisa -vendió sus activos forestales- son algunas de las que partieron.
En marzo, otra empresa que anunció su salida fue la popular Edding, que vendió su filial argentina por un valor simbólico de US$ 1. La compañía alemana de marcadores dejó el manejo de su marca al importador de los termos Stanley.
Entre las últimas en irse, se destaca la británica Rurelec. El mes pasado anunció la venta de su parte accionaria en la generadora Central Térmica Patagonia, propiedad de Energía del Sur.
NA
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