La reina Máxima "no tiene consuelo". Así definió al diario La Nación uno de los asistentes al entierro de su hermana menor Inés, que se tuvo lugar en el cementerio Memorial, en el kilómetro 47 de la Panamericana, en Pilar.
Sin embargo, se sobrepuso al momento lo suficiente como para no permitir que se le cortara la voz durante un discurso sentido, en el que habló de cuánto amaba a la preferida de sus seis hermanos.
También se animó a cantar una canción con un profundo significado de fraternidad y unión entre todos los hijos de Jorge Zorreguieta: una tema de Bob Marley, que fue interpretado por Máxima, Martín, y las tres hijas de la reina. Luego, continuaron con otra canción conmovedora: " Knockin' on Heaven's Door", de Bob Dylan.
La música era algo que unía a Máxima, Martín, Juan e Inés, los cuatro hijos fruto de la relación entre Jorge Zorreguieta y María del Carmen Cerruti Carricart. Los mayores le habían contagiado a la benjamina de la familia el amor por la música de los 70 y 80 tanto, que en los últimos años, había dado rienda suelta a su pasión por la guitarra y por cantar.
La ceremonia duró aproximadamente 40 minutos y aunque todos los presentes conservaron la compostura, la familia Zorreguieta no ocultó su profundo desconsuelo. "Estaban todos muy mal, como no entendiendo, con una sensación de desolación. Desconsolados. Sin embargo, Máxima es una mujer muy entera, dentro de lo que es una pérdida tan terrible, se sostuvo y fue todo muy emotivo", contó un allegado a la familia.
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