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La terrible historia del hombre que abusó 15 años de sus hijas y las hizo abortar 13 veces
Una historia conmueve a Catamarca. Se trata de un hombre de 62 años que durante más de una década violó a sus dos hijas mujeres, las dejó embarazadas y las obligó a practicarse por lo menos 13 abortos, algunos de una crueldad indescriptible.
Las amenazaba, las golpeaba y las humillaba de todas las formas posibles, al punto que les decía que prefería a sus animales antes que a ellas. También se las ofrecía a desconocidos para que tuvieran sexo –y así disimular el resultado de sus propios abusos– y las mantenía aterrorizadas.
La trágica historia del “Monstruo de Santa María” –como se hizo conocido este catamarqueño– tuvo un primer final ahora, cuando fue condenado a 24 años de prisión por la Cámara en lo Criminal de Tercera Nominación de Catamarca. Pero el drama de sus hijas, que tardaron más de 15 años en atreverse a denunciarlo, continúa. “No hay una pena adecuada para este tipo de cosas”, se lamentó el fiscal del juicio, Rubén Carrizo, horrorizado.
Las golpizas que le daba eran mucho más frecuentes y salvajes que antes, pero aún así ella logró llevar el embarazo hasta el octavo mes. Según relató a la Justicia, cuando inició el trabajo de parto el hombre la colgó de las piernas, la tiró en la cama y le pegó. El bebé sólo alcanzó a vivir unos pocos días.
Según la acusación original, la menor de las víctimas contó que tuvo seis embarazos más, seguidos por otros seis abortos. La séptima vez fue la más aberrante: en su denuncia, la víctima dijo que cuando cursaba el 5° mes le provocaron el aborto y el feto salió “de a pedazos” de su interior. El padre arrojó todo a una jauría de perros para hacer desaparecer cualquier indicio.
La otra víctima aseguró que comenzó a ser violada por su padre cuando tenía 11 años, en 2004, en un período en el que su hermana tuvo que permanecer internada como consecuencia de los constantes abortos. El hombre la presionó diciéndole que ella era cómplice de lo que le ocurría a la otra y que, si hablaba, también terminaría en el hospital. La joven quedó embarazada en varias oportunidades y tuvo dos hijos, uno de los cuales aún vive.
En el juicio, el acusado –cuya identidad no se difundió para proteger a las víctimas– ni siquiera levantó la vista para mirar a los jueces Marcelo Soria, Jorge Palacios y Rodrigo Morabito. Confesó todo, admitió cada situación relatada por sus hijas y pidió perdón, aunque no respondió ni una sola pregunta.