Esta afección se presenta como una lesión redonda en el cuero cabelludo o en la barba, con una superficie sucia, y se propaga fácilmente por contacto directo con herramientas contaminadas.
El contagio ocurre cuando un cliente afectado por el hongo se corta el pelo y no se esterilizan adecuadamente los materiales, como tijeras, peines o máquinas de cortar. Así, las personas que se atienden a continuación pueden ser infectadas.
La tiña es altamente contagiosa, lo que hace que los espacios de trabajo que no cumplen con estrictos protocolos de higiene sean un punto crítico de transmisión.
Especialistas en dermatología advierten sobre la importancia de la correcta desinfección de los utensilios utilizados en los centros de estética y la revisión del estado del cuero cabelludo de los clientes para prevenir el contagio. Además, recomiendan a los usuarios prestar atención a cualquier signo de irritación o mancha en la piel después de haber asistido a estos lugares.
Ante este panorama, tanto profesionales como clientes deben ser conscientes de la relevancia de mantener una higiene adecuada en estos espacios, para evitar que esta infección continúe en aumento.
Comentarios