Portada  |  22 agosto 2022

"Lo molieron a golpes", dijo el padre del joven secuestrado y hallado muerto en Córdoba

Carlos Aguilera, padre de Santiago, el joven de 18 años cuyo cuerpo fue hallado ayer en Traslasierra, Córdoba, tras ser secuestrado el pasado martes con fines extorsivos, dijo esta tarde que, de acuerdo a la autopsia, a su hijo lo mataron el sábado y lo "molieron a golpes".

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Y agregó que su hijo conocía al único detenido por la causa, ya que era empleado suyo y mantenía un diálogo frecuente con él.

“Lo molieron a golpes. Es increíble. No sé por qué tanta saña, tanto odio. Es increíble”, expresó conmovido en diálogo ante los medios de prensa, Carlos Aguilera, al dar a conocer los resultados de la autopsia de su hijo, encontrado sin vida en la mencionada localidad cordobesa que se encuentra ubicada a 6,5 kilómetros de la ciudad de Villa Dolores.

En ese sentido, el hombre aclaró que Santiago “falleció el sábado al mediodía a causa de golpes”, es decir que, según ese criterio, estuvo privado de la libertad el martes que fue visto por última vez hasta el sábado en que fue asesinado, y que “sufrió mucho” antes de morir.

“Lo hicieron con una crueldad únicamente de animales”, describió al respecto Carlos Aguilera, respecto al resultado de la autopsia.

Por otro lado, el hombre hizo referencia al único detenido en la causa, identificado por fuentes policiales como Walter Gil (23), y dijo que “tiene que tener cómplices” ya que se encontraba detenido desde el jueves a la noche y el crimen de su hijo se produjo el sábado.

“Yo creo que trabajó con alguien. Si el sábado estaba preso Walter Gil, debe tener cómplices. Ha mentido reiteradamente en sus declaraciones. Ha mentido cuando relató sus movimientos de la noche del hecho. Yo creo que es culpable”, apuntó Carlos.

A su vez, el padre de la víctima señaló que la última llamada que recibió Santiago fue hecha por Walter Gil y afirmó que el joven de 23 años detenido era empleado suyo y también trabajaba junto a Santiago.

“Mi hijo trabajaba conmigo en la oficina. Este chico tenía contacto laboral con Santiago únicamente. No eran amigos, desde ya te digo. Gil me parecía que era buena persona, pero nunca se sabe. Uno se sorprende con todo esto”, reconoció el padre de la víctima.

Sin embargo, Carlos Aguilera recordó una ocasión de hace unas semanas en la que su hijo lo llamó “preocupado” por una situación vivida con el sospechoso.

“Santiago me llamó cuando yo estaba de viaje. Ahí me dice que Gil le había preguntado dónde estaba yo, cuándo venía. Con mucha presión. Eso me hace pensar mucho”, recordó.

A su vez, Aguilera expresó que la policía hizo un “muy buen trabajo”, aunque lamentó que no hayan llegado a encontrar a su hijo con vida.

"El trabajo que han desarrollado es muchísimo. A las pocas horas, llegaron todas las brigadas de la policía desde la capital provincial. Yo creo que fue un trabajo excepcional", admitió el hombre, aunque aclaró que "de todas formas, excepcional hubiese sido si encontraban a su hijo vivo".

En principio, la mamá de la víctima había recibido cerca de las 7 de la mañana del pasado 17 de agosto un mensaje extorsivo en su teléfono celular desde el número de Santiago.

Según Carlos Aguilera, el texto recibido decía: “Lamentablemente tenemos a Santiago secuestrado. Te tenemos observado, te estamos siguiendo. Estuviste haciendo un trámite en una aseguradora. No avises a la policía”.

A su vez, en dicho mensaje y se le exigía la suma de siete millones de pesos a cambio de su liberación.

Luego, se le indicó que a las 9 de la mañana habría un nuevo contacto, pero ello no ocurrió y los captores nunca más volvieron a comunicarse.

Al respecto, el hombre señaló que “al no recibir ningún otro llamado, toda la familia temía por el trágico final”.

“Eso me causó mucho miedo. Ese teléfono nunca más estuvo en línea. Al principio era un secuestro extorsivo. El tema es que no se comunicaron más conmigo”, enunció Aguilera.

Finalmente, Carlos pidió "justicia" y recordó a su hijo como una “persona sana, optimista, alegre, carismática”.

“Después del problema de salud que enfrentó durante muchos años, su vida estaba mejorando. Estaba conociendo cosas nuevas para hacer, me estaba ayudando a trabajar, estaba estudiando y tenía proyectos”, exclamó con tristeza y concluyó: “Tenía muchas ganas de vivir. Era un gladiador de la vida. Yo lo vi pelear y que me lo lleven de esta forma. No se los perdono. Quiero que estén todos presos”. (Télam)

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