Se trata de Fructuoso Álvarez González, de 62 años, quien fue acusado y condenado por el crimen de cuatro integrantes de la familia Bagnato y un amigo, tras un incendio intencional en la vivienda ubicada en el barrio porteño de Flores el 17 de febrero de 1994.
El único sobreviviente fue Matías Bagnato, quien, desde ese momento, comenzó una lucha, que continúa hasta el día de hoy, para que la Justicia no le otorgue la libertad a pesar de los diversos pedidos de la defensa.
A casi 30 años del crimen, la decisión sobre el ingreso a este programa fue tomada por la jueza de Nacional de Ejecución Penal 1, María Jimena Monsalve, quién dio lugar al pedido de excarcelación solicitado por los abogados de González ya que cumplió más de dos décadas en prisión.
Tras el pedido, la jueza solicitó al Servicio Penitenciario Federal (SPF) informes sociambientales que indiquen, a través de varias evaluaciones, si Álvarez González está en condiciones de ser excarcelado.
"Con el objeto de respaldar al condenado en su progresividad dentro del régimen penitenciario, como así también en su (eventual) retorno al medio libre, corresponde requerir su incorporación al programa de prelibertad, debiendo elevar todos los informes pertinentes", detalló Monsalve en su fallo.
A su vez, la abogada del acusado, Patricia Croitoru, sostuvo que Álvarez González "está pasado del término" que indica su condena y que tiene la posibilidad de salir ya que no es reincidente.
"Recién ahora puedo escribir después de pasar un día terrible. Hoy a la madrugada (domingo) me enteré x un medio de comunicación que el asesino de mi familia Fructuoso Alvarez González fue incorporado en un programa de "PRE LIBERTAD" en el marco del nuevo pedido de libertad condicional", escribió Matías Bagnato en sus redes sociales.
Horas después de haber recibido la noticia, Matías Bagnato comunicó también en sus redes sociales que padece una "caída anímica" por lo que deberá hacer reposo.
El hecho ocurrió el 17 de febrero de 1994 cuando Fructuoso Álvarez González incendió de forma intencional la vivienda de la familia Bagnato ubicada en Flores.
Las pericias confirmaron que el hombre arrojó dos bidones con combustible y prendió fuego la casa.
Las víctimas fueron José Bagnato, de 42 años, su esposa, Alicia Plaza, de 40, sus hijos Fernando, de 14 y Alejandro, de 9, y Nicolás Borda, de 11, un amigo de los niños que se había quedado a dormir aquella noche trágica.
Para la Justicia, Álvarez González asesinó a la familia porque no pudo cobrarles la deuda de 180.000 dólares que les reclamaba.
Años antes del hecho, el condenado y el padre de familia eran socios de la fábrica de zapatillas de los Bagnato.
Un año después de los homicidios, Álvarez González fue condenado a prisión perpetua por el Tribunal Oral Nº 12, pero en 2004 y al tener ciudadanía española, fue trasladado hasta el país europeo donde se le otorgó la libertad.
En 2011, el hombre fue recapturado en Argentina tras reiteradas amenazas contra Matías Bagnato donde aseguraba que iba a matarlo.
Desde ese momento se encuentra preso en el Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza y, a pesar de los diversos pedidos de libertad, hasta el momento la Justicia fallaba a favor de Bagnato, algo que podría modificarse tras el ingreso al programa.
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