"Me volvieron a destruir la vida"

Algunos podrán decir que es el destino. Pero nadie podrá negar que fue la imprudencia, la desidia, la irresponsabilidad. A María Rosa Diéguez la tragedia la golpeó dos veces muy fuerte. Tiene la voz quebrada: "Solo pido que se haga justicia", dice. Ella perdió a su nuera y a su nieta ayer en el brutal accidente en la autopista del Buen Ayre. Y esta mañana reveló que un hijo suyo murió en la tragedia de Cromañón, justo el día en que la justicia confirmó las condenas.

"Hablo porque perdí a mi nieta y a mi nuera. Me volvieron a destruir la vida, destuyeron la vida de mi hijo por segunda vez. Lo único que pido es justicia, no se si va a haber justicia o qué va a pasar", contó hoy la mujer de 64 años.

María Rosa es la abuela de Julia y Leticia, la nena de 4 años y su mamá que murieron ayer a la madrugada en el Camino del Buen Ayre, cuando su auto fue chocado de frente por una camioneta -supuestamente conducida por un oficial de la Bonaerense- que iba a contramano.

"Mi hijo y mi nieto están internados. Estamos tratando de que coma, de que se recomponga. Ya perdió a un hermano, ahora le toca este desastre. Habían formado una familia hermosa, yo estaba orgullosa. Esta vez me animé a hablar porque ya dos veces es demasiado". La mujer contó que es abogada y dijo: "Yo sé cómo se maneja la justicia, tendré que empezar a luchar de nuevo con la Justicia".

Respecto de la investigación, comentó: "La fiscal está actuando en forma excelente, van a declarar dos testigos. La persona que cometió este hecho aberrante, me dicen que era teniente de la Bonaerense".

Y recordó el durísimo pasado reciente. "Pido que se haga justicia, es la segunda vez que paso por una situación así. Tengo que rememorar un caso y vivir otro". Diéguez reveló al aire: "Soy la madre de Juan Ignacio Lanatta", que murió en la tragedia del boliche de Once.

La mujer también se quejó de la falta de leyes adecuadas que sancionen los delitos vinculados con accidentes de tránsito. "No tenemos las leyes que tendríamos que tener, pero necesitamos que haya condenas y que los responsables cumplan las condenas. No tengo a mi hijo hace 11 años y tampoco voy a tener a mi nieta ni a mi nuera. Espero que la conciencia de ellos no los deje tranquilos, que se pudran en la cárcel, pero se que eso no pasa. Pido que que cambien las leyes, destruyeron tres familias".

Al final de su testimonio conmovedor, explicó por qué se decició a hablar y dijo que no siente miedo: "No me importa que (el responsable) sea de la policía, ya no me asusta, ya estoy curtida de todo, ¿Que me pueden hacer? Nada".