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Murió otro de los jóvenes atropellados en la picada de Haedo
La segunda víctima fatal era el primo de Lautaro Juárez, de 16 años, quien había muerto en el acto aquel Domingo de Pascuas, alrededor de las 7:00 en la avenida Rivadavia, a la altura de Maipú, del partido bonaerense de Morón.
El joven era el único de los cinco que permanecía internado en terapia intensiva en el hospital Güemes de Haedo. Todas las víctimas -jóvenes de entre 16 y 24 años- eran primos, y habían ido a bailar a la zona de Ramos Mejía.
El pasado 5 de abril, un automóvil Nissan Tiida conducido a alta velocidad por Diego Cuevas (19) se cruzó de carril, se subió a la vereda y embistió a un grupo de jóvenes peatones contra el paredón de las vías del ferrocarril Sarmiento, cuando volvían de bailar.
Juárez murió en el acto, mientras que otros cinco jóvenes, de entre 16 y 23 años, sufrieron heridas de distinta consideración.
Cuevas, que circulaba en el vehículo de su padre junto a dos amigos, quedó en el lugar visiblemente shockeado y fue detenido, aunque días después fue liberado por el juez Carlos Meade, quien poco después reveló que su hija había muerto en un accidente vial.
Según relataron testigos, Cuevas habría estado corriendo una "picada" contra un Volkswagen Bora que todavía no pudo ser ubicado.
Sin embargo, el conductor negó en todo momento que venía corriendo una "picada", mientras que uno de sus acompañantes admitió que previo al accidente, en un boliche, bebieron champaña.
Para el fiscal de la causa, Alejandro Jons, Cuevas "venía corriendo picadas y tuvo desprecio por la vida", al tiempo que "tuvo que representarse el daño que podía causar manejando así, de forma temeraria, y siguió adelante con la acción criminal".