El zoológico Temaikén tiene un nuevo huésped. Se trata, de una cría de pudú macho, la especie de ciervos más pequeña del mundo. Según explican los expertos, pertenece a la familia cervidae, y tiene un valor muy importante de conservación porque es una especie que sólo habita en los bosques del sur de Chile y Argentina.
La buena salud de su mamá, tanto durante los 7 meses de gestación como en el parto, permitió que el pequeño macho pueda nacer y pasar los primeros días de vida en su ambiente.
Como todo animal recién nacido duerme mucho y se alimenta cada dos horas de leche materna. El ciervito bebé se transformó en una atracción y los visitantes del parque ya pueden verlo dar sus primeros pasos.
La conservación del pudú es fundamental, para preservar la biodiversidad del planeta, pero también para la realización de estudios biomédicos en relación con la osteoporosis humana.
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