Actualidad

Pagaron casi 2 millones de pesos para liberar al empresario raptado

Un amigo de Daniel Rebagliati, el empresario de 53 años que fue liberado tras permanecer secuestrado durante ocho días, reveló el monto del rescate y los detalles de la la negociación con los captores. En Telefe Noticias a las 13 habla el remisero que lo confundió con un ladrón.
Por Telefe Noticias

Actualidad: Pagaron casi 2 millones de pesos para liberar al empresario raptado

En diálogo con la prensa, confirmó que el rescate, cuyo monto se desconocía, fue de "entre 1.500.000 y 2.000.000 de pesos". La cifra original que habían pedido los secuestradores había sido de 2 millones de dólares, pero con el correr de los días las negociaciones se complicaron y se cambiaron a pesos a pedido de la familia.

En diálogo con la prensa, personas allegadas a Rebagliati recordaron cómo atravesaron una semana que pareció eterna, y también destacaron el bajo perfil que mantuvo la víctima, a lo largo de toda su vida.

Además, Rafael De Francesco, amigo y apoderado de la empresa Cintra, la fábrica que conduce Rebagliati en Martín Coronado, confirmó que habló "tres o cuatro veces con Daniel" durante el tiempo que estuvo desaparecido.

Reconoció que se involucró en las negociaciones con los secuestradores cuando la familia "lo llamo diciéndole que no aparecía y veía que la camioneta iba de un lado a otro".

"Esos ocho días no dormimos, no comimos, no teníamos sed ni temperatura. Estábamos con la adrenalina de que Daniel volviera a casa", graficó durante la entrevista.

"Ahora Daniel está con su familia, sus hijos, descansando. Está disfrutando de sus hijos", dijo esta mañana De Francisco.

Rebagliatti fue liberado tres horas después de haber realizado el pago del rescate.

Según los investigadores, todo comenzó el martes de la semana pasada, cuando el hombre acababa de salir de la empresa perteneciente a su familia para regresar a su casa, a bordo de una camioneta Ford Ranger color blanca, la cual estaba totalmente ploteada con datos de la firma Cintra.

Aparentemente le cruzaron un auto y se lo llevaron cautivo en su camioneta, la cual apareció horas más tarde abandonada en el partido de La Matanza.

En su casa del barrio porteño de Villa Devoto lo esperaban sus familiares que, con el paso de las horas comenzaron a preocuparse por la demora. Sus padres, que tienen más de 80 años de edad, estaban en el exterior, por lo que les contaron todo recién el domingo.

Uno de los captores realizó una primera comunicación extorsiva, en la cual dijo que tenían secuestrado a Rebagliati y les exigió dos millones de dólares como rescate para liberarlo.

Desde entonces comenzó una negociación por parte de uno de los hermanos del empresario con los secuestradores, que se extendió durante ocho días y que concluyó cuando aparentemente llegaron a un acuerdo, ayer, para concretar el pago de una suma mucho menor r la pretendida por los captores y en pesos, dijeron fuentes cercanas a la familia.

"Fue una negociación muy difícil, porque los secuestradores eran muy profesionales y no aceptaban disminuir el monto del rescate", dijo un investigador.

Según la investigación, el hermano de Rebagliati tuvo que arrojar el dinero desde arriba de un tren, aparentemente en la zona de Caseros.

Antes, el hermano tuvo que cumplir con un sistema de postas, en el cual lo obligaron a circular a bordo de una camioneta por distintos lugares de la zona norte del conurbano hasta llegar a Retiro y allí lo hicieron subir a un tren hasta que finalmente le dijeron que arrojara el dinero por una ventana, en una zona específica de la localidad de Caseros.

Tres horas después el empresario fue liberado en Almirante Brown. Allí lo encontró un remisero, desorientado y desarreglado. Tanto que lo confundió con un ladrón. Sin embargo, confió en él y lo llevó a la agencia de remises "Chubut", ubicada en la calle 30 de setiembre y Salta, en la localidad de Adrogué, partido de Almirante Brown.

En tanto, Teresa, la telefonista de la remisería "Chubut", explicó que el empresario secuestrado le dijo que "volvió a nacer, que iba a festejar otro cumpleaños" y que "lo único que quería era reencontrarse con su familia".

Según Teresa, el hombre llegó cerca de las tres de la madrugada, descalzo, apenas vestido con una camiseta blanca, medias y un jean y con un poco de barba.

Fuentes de la investigación dijeron que durante el cautiverio hubo al menos tres pruebas de vida, en las cuales el empresario secuestrado habló con su hermano.

El hecho es investigado por el fiscal federal de Tres de Febrero, Paul Starc, y por personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de San Martín.