El 2 de mayo Agustina Gorocito miró su celular y vio que tenía un mensaje de Facebook nuevo. “Che pendeja contestá… después se quejan cuando las cagan matando, violando, si se hacen las estrellitas y después terminan muertas”. No era la primera vez que un hombre llamado Javier Alejandro le escribía. La joven no pensó que aceptar una solicitud de amistad en la red social podría derivar en lo que derivó: una violenta situación de acoso que la obligó a realizar una denuncia en una fiscalía, a cambiar su número de teléfono y a vivir en estado de alerta, con miedo.
“Por eso hay tantos asesinos violadores, por pendejas pelotudas agrandadas como vos que se hacen las divas y los chabones son unos marginados que no les queda otra que usar la fuerza y violencia”. Agustina leyó la segunda parte del mensaje y decidió contestar. “¿Qué te pasa enfermo? Si no quiero no te hablo, superalo machito”. Después de eso lo eliminó de sus amistades, capturó los mensajes y los publicó. “Les tengo asco a personas así”, escribió a las dos de la madrugada. Al día siguiente entre las 10.40 y 11 de la mañana Agustina recibió un mensaje de WhatsApp de un número desconocido. “Che pendeja putita (…) me denunciaste el Face anoche, no importa putita porque tengo como tres más”, decía el texto.
Cuatro minutos después, llegaba otro mensaje de WhatsApp: “La verdad pelotudita si no vas a hablar con gente cuando mandan mensajes y aceptás. La solicitud, no sé para qué carajo los aceptás. Tonta, encima maleducada, varias veces mandé mensaje un ‘hola‘ y nada, ni siquiera por educación, compromiso contestás, tarada”. Pero no se terminó ahí. “¿Trabajás de puta vos, no? Después cuando las violan se hacen las víctimas”. Agustina cuenta a Telefe Noticias que después de eso empezó a recibir fotos obscenas de los genitales de esa persona que antes la había acosado por Facebook. El mismo rostro, la misma impunidad, el acoso más violento otra vez.
“Apenas lo vi, aparte del miedo y todo, lo bloqueé y no le contesté nada. Como a las tres de la tarde me mandó otro mensaje de WhatsApp de otro número, con cuatro audios. Me amenazaba con difundir mi número si no borraba la publicación. Lo hizo porque después puso mi número en una página pornográfica”, dice Agustina, que hizo la denuncia en la fiscalía de Florencio Varela, la UFI N° 8, con las fotos y mensajes como evidencia.
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A raíz de ello la joven tuvo que cambiar su número de teléfono. En la fiscalía le entregaron un botón antipánico que tiene que tener con ella todo el día. “Estoy acompañada por mis papás. No voy al gimnasio. No salgo a ningún lado. Es un peligro. Se ensañó conmigo porque lo hice público”, dice, al relatar lo que le pasó. Antes de cambiar el número de teléfono, Agustina recibió un mensaje a las siete de la mañana del día jueves 4 de mayo, en las que el acosador le pedía que por favor lo desbloquee de WhatsApp, porque quería hacer una “tregua”. “Ese día no fui a la escuela porque fui a hacer la denuncia y él apareció en el colegio. Copio mis datos antes de que lo elimine de Facebook. Dos profesores y alumnos lo reconocieron y me avisaron”.
Pero el acoso no se terminó ahí. El viernes pasado el hombre se creó una cuenta de Facebook llamada “Javier pido disculpas”, por donde le mandó un mensaje pidiéndole perdón y le rogó que elimine las capturas de los mensajes porque la gente “lo amenazaba”. “Me decía que lo conocen por ser impulsivo, que le tuviera compasión porque sus papás están separados", relata la joven.
Sólo pido que LEAN nada más https://t.co/MtsNB5TCpW
— Agustina (@AgusGorocito) 9 de mayo de 2017
En su cuenta de Facebook Agustina difundió las capturas de todos los mensajes en una publicación que ya fue compartida más de 28.000 veces. Por teléfono dice que siente miedo, que sus papás la acompañan, que en la escuela están al tanto de todo, que están asustados. La fiscalía le tomó la denuncia por “fotos obscenas”, mientras investigan el caso por hostigamiento. “Lo único que les pido es compartir, para que todos vean la cara y se la graben bien”, dice Agustina, que busca alertar a otras chicas para que no les pase lo mismo.
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