El procedimiento arrancó pasada la medianoche y finalizó alrededor de las 3:15 de este jueves.
Esta persona, identificada como Sergio Andrea Ponce, se presentó en una comisaría de la capital puntana y aseguró haber matado a Guadalupe Lucero, de 6 años en la actualidad.
En primera instancia dijo que la mató, la quemó y que las cenizas las había tirado por el inodoro del baño de su casa, al tiempo que se puso a llorar en forma desconsolada.
Sin embargo, una vez que se calmó, aseguró que fue al Barrio 544 Viviendas, tras tomarse un colectivo, vio a una nena, la drogó con Escopolamina (droga conocida como "Burundanga"), la agarró de la mano, se la llevó hasta la parada del colectivo y volvió a tomar una unidad de idéntico medio de transporte.
Posteriormente, se dirigió a la zona céntrica, abordó otro micro en dirección a la zona de Juana Koslay y se bajó con la pequeña en Potrero de los Funes.
Desde allí, siempre según su confesión, la llevó hasta el Valle de Piedra, donde la estrangula y la entierra.
Los policías, ante esa confesión, fueron hasta la casa de Ponce y allí hablaron con la madre, quien reveló que su hijo es esquizofrénico y que está bajo tratamiento, por lo que aportó un certificado.
En tanto, los fiscales Emanuel Sastre y Virginia Palacios se presentaron en la seccional para entrevistarlo.
Allegados al joven, indicaron que padece una fuerte crisis de su enfermedad psiquiátrica y que no es la primera vez que se autoincrimina en hechos policiales que no son ciertos.
Fuente: NA. Foto: Agencia San Luis
Comentarios