La treintena de miembros está procesada por explotar laboralmente a unos 100 fieles de la secta.
Uno de sus templos se encuentra en La Matanza y fue allanado por la policía y la justicia en diciembre del año pasado.
Según la investigación la cúpula de la secta obligaba a sus fieles a trabajar gratis doce horas por día en tres panificadoras y también a vender esos productos a través de la venta ambulante.
Si los fieles esclavizados no cumplían, los señalaban como traidores y ladrones y les impartían castigos físicos.
Son al menos 100 los seguidores de Filadelfia que trabajaron sin cobrar salario.
La Justicia calculó cuánto deberían haber cobrado por el tiempo trabajado: 750 millones de pesos. Esa es la cifra del embargo a los 30 detenidos.
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