Indignación es lo que ha manifestado la familia de Yasmín Flores, joven de 31 años que tuvo una dramática muerte tras haberse sometido a una cirugía estética de liposucción.
La paciente entró a pabellón en una clínica privada ubicada en el barrio porteño de Congreso. Sin embargo, a la semana después presentó problemas de salud y falleció a causa de una trombosis pulmonar.
El círculo cercano a la víctima ya trabaja en una denuncia contra el cirujano plástico Roberto López, quien fue quien la atendió, y lo acusó de operar "borracho y drogado", razón por la cual exigen justicia para que el caso no quede impune.
Lucas González, pareja de la mujer y con quien tiene un hijo de cuatro años, accedió a contar detalles de los días anteriores a la muerte de su acompañante y afirmó que hay testigos que estarían dispuestos a declarar en un eventual juicio contra el profesional.
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