Portada  |  29 enero 2025

Una guacamaya ciega es acompañada por su lazarillo desde hace 20 años

Temaikén dio a conocer la historia de Jacarandá y su lazarillo Jeiko, nombre que significa "compañía".

Actualidad

Jacarandá es una guacamayo roja de aproximadamente 30 años, que fue quedando ciega de forma paulatina debido a su edad. Jeiko es un guacamayo rojo macho, un poco más joven, su pareja y su lazarillo desde hace 20 años. 

En su convivencia cotidiana y con el paso del tiempo, Jeiko aprendió a guiar a Jacarandá para que pueda alimentarse y moverse, principalmente a través de sus vocalizaciones. Así, la asiste y acompaña, más aún desde que perdió la visión. Ambos viven en la Fundación Temaikén, en un ambiente especial, solo para ellos dos, donde todo permanece en el mismo lugar para facilitar la movilidad de Jacarandá.

Desde que Jacarandá perdió la vista, Jeiko también la ayuda a cuidar sus plumas. Si bien es un comportamiento natural entre guacamayos en época de reproducción, se observa que la asiste con más frecuencia en las tareas de acicalamiento de pico y de sus plumas.

Llegaron a Fundación Temaikèn hace más de 20 años, con entre 10 y 15 años de edad e integran el Proyecto de reintroducción de “Guacamayo Rojo”, liderado por la Fundación Rewilding. Este proyecto devuelve a la especie a su hábitat natural a través de la reproducción de animales bajo cuidado humano y posterior reintroducción en Iberá, Corrientes. Jacarandá y Jeiko aportaron varias crías a este proyecto.

"No llegaron siendo pareja sino que se comenzó una vinculación en la Fundación. Ellos desarrollaron su relación y pudieron establecerse como pareja desde entonces hasta la actualidad", explican desde Temaikén.

Jacarandá es la primera de su especie en desarrollar ceguera en Temaikén, presumiblemente a causa de su edad, ya que es un animal longevo.

Sus comportamientos y los de Jeiko permiten a los especialistas de la fundación y de otras entidades conocer más sobre la biología de la especie y sus hábitos comportamentales y aplicar ese conocimiento a su conservación.

¿Por qué es importante el regreso del guacamayo rojo a la región del Iberá?

Por su forma de alimentarse, se lo considera “regenerador de bosques”. Los guacamayos ayudan a dispersar semillas de los frutos o bayas que ingieren ya que, al trasladarse de un árbol a otro, van cayendo sobre el suelo y contribuyen a restaurar ambientes naturales.

Además, se lo considera una especie “paraguas” porque protege otras especies menos vistosas, pero igualmente importantes en la conservación de los ambientes de los que forman parte.

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