“Teníamos necesidad de agradecerle lo que ella había hecho por nuestra hija”, contó María José Menéndez en un video para promover la donación de médula producido recientemente por el Hospital Británico, entidad donde hace cinco años Manuela Trillo recibió su trasplante de médula y donde en 1986 se realizó el primero del país.
“Yo la considero la segunda mamá de Manuela porque le dio vida otra vez”, afirmó su esposo, Juan Trillo, en la cinta institucional que el centro médico difundió con motivo de los 14 años de la creación del Registro Nacional de Células Hematopoyéticas (CHP, denominada médula ósea) del Incucai, el 1 de abril.
Para celebrar ese aniversario, el Instituto realizará este miércoles un acto de reconocimiento a un grupo de donantes de médula ósea que tendrán oportunidad de reencontrarse o conocer a aquellas personas que pudieron curarse de graves enfermedades gracias a su acto de altruismo.
Manuela es una de las 800 personas que recibieron un trasplante de médula ósea de un donante no emparentado en Argentina desde la creación del Registro Nacional, la entidad argentina que se encarga de administrar la base de datos de los voluntarios inscriptos.
La niña nació en 2011 y con sólo 15 días de vida fue diagnosticada de una enfermedad genética terminal: Síndrome de Chediak-Higashy.
“Vos pensás que tu hija se muere y entonces te dicen que tiene una posibilidad que es el trasplante, y eso se convierte en todo para vos, nuestra única solución”, dijo María José.
La espera de un donante compatible se prolongó por unos 6 meses, hasta que la buena noticia tan ansiada llegó de Estados Unidos: una mujer treintañera de Nevada estaba dispuesta a cederle células hematopoyéticas a Manuela.
Trillo cuenta que, tras el trasplante, la recuperación de Manuela fue muy rápida, pues a poco de la operación “estaba jugando como si nada”.
Un año después y ya habiendo establecido contacto con la donante por medios electrónicos, la familia sintió que tenían que agradecerle personalmente a Jenn su gesto dador de vida, y mostrarle le hermosa niña que crecía saludable gracias a ella.
“Compramos los pasajes, fuimos para allá y le caímos de sorpresa”, contó Trillo. Hoy Manuela está sana, cursa el primer grado y está aprendiendo a nadar y a esquiar.
Cada año, a cientos de personas se le diagnostican enfermedades hematológicas como leucemia, anemia aplásica, linfoma, mieloma, errores metabólicos o déficits inmunológicos que pueden ser tratadas con un trasplante de CHP.
Sin embargo, sólo entre 25 y 30 por ciento de estos pacientes tiene la posibilidad de encontrar un donante compatible en su grupo familiar y el resto debe recurrir a un donante no emparentado a través de los registros de donantes voluntarios, como el Registro Nacional de CPH.
Desde su creación en el año 2003 ese registro, que cuenta con 178 mil donantes inscritos, aportó un total de 73 donantes efectivos, 54 para pacientes argentinos y 19 para pacientes del extranjero.
“En estos catorce años, el Registro permitió que cientos de pacientes que no contaban con un donante compatible en su familia pudieran acceder a un trasplante de médula”, aseguró a Télam María del Carmen Bacqué, presidenta del Incucai.
“Este desarrollo en la materia fue reconocido recientemente por la Organización Mundial de la Salud, que designó al Incucai como uno de los tres centros colaboradores de donación y trasplante en el mundo”, agregó.
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