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Vacaciones seguras: la consulta médica, un paso clave antes de viajar

Especialistas del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires comparten una serie de recomendaciones para prevenir los problemas más frecuentes durante las vacaciones: desde infecciones gastrointestinales hasta quemaduras solares y deshidratación.

Por Telefe Noticias

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Actualidad: Vacaciones seguras: la consulta médica, un paso clave antes de viajar

Uno de los primeros pasos para un viaje saludable es realizar una consulta médica con anticipación. “Lo ideal es hacerlo al menos 30 días antes de partir, ya que las recomendaciones varían según el destino, la edad y las condiciones de salud del viajero. Es fundamental tener el recorrido lo más exacto posible de los lugares que se van a visitar y concurrir con el carnet de vacunación”, explica la Dra. Vanesa Fridman, médica de planta de la División de Infectología del Hospital de Clínicas (MN 97.832).

En adultos, se recomienda contar con la vacuna doble adultos (difteria y tétanos) o triple acelular, con refuerzos cada 10 años, y el esquema completo contra hepatitis B. Para ciertos destinos, se pueden requerir vacunas adicionales como aquellas contra la fiebre amarilla, fiebre tifoidea, rabia o poliomielitis entre otras. Algunos países incluso exigen certificados internacionales de vacunación para el ingreso, por lo que es fundamental informarse con tiempo.

Si bien en nuestro hemisferio es verano, hay que tener en cuenta para quienes viajan al hemisferio norte, que pueden encontrarse con virus de mayor circulación en el invierno, como el de la gripe o influenza. En este momento, hay circulación de influenza A H3N2 subclado k, que comenzó a circular en forma temprana y con alta tasa de transmisión. En este caso, sugieren recordar las medidas de higiene como lavado de manos, cubrir la tos, evitar lugares cerrados y muy concurridos y consultar tempranamente con síntomas como fiebre o tos, especialmente aquellas personas que tienen enfermedades, en quienes puede complicarse una gripe común (diabéticos, enfermedades pulmonares crónicas, cardíacas, renales o inmunosuprimidos).

Cuidar lo que se come y se bebe

La llamada “diarrea del viajero” es una de las afecciones más comunes durante las vacaciones. Se produce por consumir alimentos o agua contaminados con bacterias, virus o toxinas. “Es recomendable siempre beber agua “segura”: embotellada o hervida o potabilizada, y evitar bebidas con hielos, jugos o licuados que puedan estar preparados con agua corriente de red. En algunos destinos, incluso, hay que tener cuidado con la ingesta de agua durante el cepillado de dientes”, advierte Fridman.

Además, se aconseja consumir frutas y verduras bien lavadas, cocidas o peladas, carnes bien cocidas y extremar los cuidados con el pescado crudo y los mariscos, especialmente en destinos turísticos.

Mosquitos: cómo prevenir picaduras y enfermedades

En muchas regiones turísticas, las picaduras de mosquitos representan un riesgo para la transmisión de enfermedades. La especialista recomienda utilizar repelentes que contengan al menos un 12% de DEET, reaplicarse cada 6 a 8 horas, usar ropa clara y, cuando sea posible, cubrir brazos y piernas. “En algunos destinos también puede ser necesario tomar medicación preventiva contra enfermedades como la malaria”, agrega Fridman.

Hidratación: una prioridad en verano

Las altas temperaturas, la exposición al sol y la actividad física aumentan la pérdida de líquidos del organismo. Por eso, mantenerse hidratado es clave para evitar complicaciones. Se recomienda consumir al menos dos litros de agua potable por día (puede variar en personas con algunas enfermedades), buscar lugares frescos, evitar la actividad física en las horas de mayor calor y reforzar la hidratación antes, durante y después del ejercicio.

Un botiquín siempre a mano

Contar con un botiquín de viaje puede marcar la diferencia ante imprevistos. Entre los elementos básicos se incluyen termómetro, protector solar, alcohol en gel, repelente, antihistamínicos, crema para picaduras, insumos para curación de heridas, analgésicos, antitérmicos, antidiarreicos y los medicamentos de uso habitual, siempre en su envase original. No se recomienda llevar antibióticos, para evitar el uso inadecuado. 

La especialista recomienda consultar al médico para recibir indicaciones personalizadas según el destino y el tipo de viaje, idealmente con un mes de anticipación. Una buena planificación en materia de salud permite disfrutar de las vacaciones con mayor tranquilidad y sin contratiempos.