El sábado por la tarde un grupo de amigos y familiares de víctimas del terrorismo se reunieron en el corredor de Av. Dorrego y Av. Del Libertador, en el barrio porteño de Palermo, para continuar con la confección del primer mural que recuerda a sus seres queridos víctimas del terrorismo en el país y su dolor.
"En este país donde el monopolio del dolor es solo de algunos, parece que una pared pintada los ofende... Acaso creen que nos van a silenciar?", se preguntó en su cuenta de Twitter la abogada Victoria Villarruel, presidenta del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTyV) y autora de "Los otros muertos".
"Aunque vandalicen el mural de nuestros muertos, no por eso van a frenarnos, ni dejaremos de pedir que se termine la impunidad de los terroristas", agregó enfáticamente.
"El Estado le niega a las víctimas del terrorismo un memorial, por eso los ciudadanos hicimos un mural, que es el único lugar de la Ciudad de Buenos Aires donde se recuerda a los inocentes asesinados por Montoneros y el ERP. Pero los amigos de los terroristas lo vandalizaron horas después", explicó Villarruel a www.telefenoticias.com.ar, quien además identificó a quienes intervinieron el mural como militantes de Nuevo Encuentro de la Comuna 14.
Los violentos q vandalizaron el mural de las víctimas del terrorismo fueron de @NEComuna14 - los invito a repudiar a estos impresentables RT pic.twitter.com/DEQjSGEOYM
— Victoria Villarruel (@VickyVillarruel) 20 de marzo de 2017
El mural había comenzado a tomar color el 10 de diciembre pasado, fecha en que se conmemoró el Día Internacional de los Derechos Humanos.
"La función del mural es recordar a las víctimas del terrorismo que esperan desde hace décadas el reconocimiento de sus derechos a la verdad, la Justicia y la reparación", reclamó Villarruel.
En diciembre se homenajeó a la primer víctima del terrorismo de Argentina, la niña Guillermina Cabrera Rojo (3 años), asesinada por el Ejército de Liberación Nacional - MPL - Uturuncos el 12 de marzo de 1960. "Este crimen cuyos responsables fueron juzgados y condenados terminó con la amnistía a los terroristas otorgada por el presidente Illia", subrayó Villarruel.
El sábado pasado amigos y familiares de víctimas convocados por CELTyV colaboraron con el artista Alan Fioravante para continuar con el mural: se agregaron los rostros de Laura Ferrari, italiana asesinada el 8 de setiembre de 1975 por una bomba montonera frente a la Universidad de Belgrano; de Hugo Potrone, hijo de un acaudalado empresario, que fue secuestrado a los 22 años, torturado y asesinado por terroristas. Luego se colocaron flores en su memoria; y de Carlos Shand, cabo primero asesinado con un artefacto explosivo colocado en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal el 2 de julio de 1976.
"Borraron las manos que pusieron niños, adultos y familiares de las víctimas del terrorismo para poner la frase 'Fueron 30.000', aunque no lo fueron", se lamentó Villarruel.
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