Portada  |  28 diciembre 2021

El cuidado de la iguana de cobre: una especie endémica de Sierra de la Ventana

La Pristidactylus casuhatiensis es una lagartija que habita en esta zona, desde el año 2002 declarada en "peligro de extinción", y cuya preservación está a cargo de los guardaparques del Parque Provincial Ernesto Tornquist. También nombrada emblema de la comuna y Monumento Natural de la provincia.

Clima, naturaleza y medio ambiente

La iguana de cobre (Pristidactylus casuhatiensis) es una lagartija endémica de las Sierras de la Ventana, que desde el año 2002 está calificada en “peligro de extinción”, y años atrás fue declarada por el Concejo Deliberante del distrito de Tornquist como emblema de la comuna.

Su preservación, a la actualidad, está bajo la órbita de los guardaparques del Parque Provincial “Ernesto Tornquist”. El reptil fue nombrado Monumento Natural de la Provincia de Buenos Aires, con lo que el propio Gobierno destina fondos y personal para resguardar a la especie autóctona de la zona.

La iguana habita en altitudes superiores a los 700 metros de altura sobre el nivel del mar, marcando una clara restricción de esta especie a ambientes de cumbres y laderas altas. Es muy usual divisarla en el Cerro de la Ventana y en pandemia, ante la obligada disminución del turismo, su aparición resultó ser más frecuente.

Ante el movimiento de personas, por la época turística, suele trasladarse hacia los alrededores para buscar mayor tranquilidad.

Su alimento principal es un caracol también endémico, llamado Plagiodontes Patagonicus. No tolera ni el calor ni el frío extremo, por lo que regula su temperatura corporal con las condiciones del ambiente.

Según explicó un guardaparques al medio local FM Reflejos, más que preservar a la Pristidactylus casuhatiensis, se apunta a cuidar su hábitat porque sin él la iguana “no tiene dónde estar y no tiene qué comer”.

La Asociación Herpetológica Argentina – de acuerdo con un informe de Federico Kacoliris & Jorge Williams, de la sección Herpetología del Museo de La Plata–Conicet – catalogó a la iguana como especie amenazada.

El criterio para considerarla de tal forma es que posee un área de distribución extremadamente pequeña y a que, en la actualidad, su hábitat se encuentra altamente perturbado por la presencia de especies exóticas, tanto animales como vegetales, y por la presión de turismo.

El guardaparques sostuvo que en el Parque Provincia “hay una sola población de iguanas de cobre, en la Estancia Funke hay 5 y en Sierras Grandes todavía no se han visto, lo que no quiere decir que no estén”.

En este marco, reconoció la idea de hacer conocer a esta especie que, entre otras características, presenta dimorfismo sexual: el macho es de color verde y la hembra de tonalidad marrón.

Los trabajadores toman ADN de su piel para identificar a cada población y tenerlas registradas. No obstante, se supo que todavía no lograron determinar a sus potenciales depredadores.

El empleado del parque provincial aportó un dato de color: “Estas iguanas se van lejos de donde viven para poner sus huevos y vuelven a su zona de nuevo. Las crías crecen solas desde que rompen ese cascarón”.

El doctor José María Gallardo es quien, en el año 1968, recolectó algunos ejemplares en la región cercana a Sierra de la Ventana. Con los años se pudo certificar que la iguana de cobre es una especia endémica o microendémica, es decir, que sólo se puede hallar en esta zona de referencia.

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