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Alquilaron una casa por Airbnb y vivieron unas vacaciones de terror

La pareja decidió alquilar un pequeña casa cerca de la playa calificada como "super host", por lo que todo estaba planeado para que salga perfecto. Pero la pesadilla comenzó la primera noche.
Por Telefe Noticias

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Curiosidades: Alquilaron una casa por Airbnb y vivieron unas vacaciones de terror

Una pareja estadounidense se tomó unos días de vacaciones en el sur de California, Estados Unidos. Para eso, alquilaron una casa por Airbnb. Pero esos días se convirtieron en un infierno.

Se trata de Jaleesa Jackson y Chiedozie Uwandu, luego de pasar varias horas frente a la computadora debatiendo sobre sus vacaciones, eligieron un pequeña casa de huéspedes en Los Ángeles, a través de Airbnb. En esta plataforma digital, los dueños de departamentos o casas de cualquier parte del mundo ofrecen dichos espacios para los turistas.

Además, en la plataforma digital se encuentra una categoría llamada "super host", que significa "superanfitrión". Esto tiene que ver porque Airbnb destaca a los dueños de algunos los alojamientos, gracias a las calificaciones positivas de los inquilinos.

La pareja decidió alquilar un pequeña casa cerca de la playa calificada como "super host", por lo que todo estaba planeado para que salga perfecto. Pero la pesadilla comenzó la primera noche.

Cuando Jackson y Uwandu llegaron, encontraron una botella de vino y una nota de bienvenida del superanfitrión llamado por sus iniciales "J.J". Luego del viaje y de los días estresantes que venían arrastrando, decidieron irse a dormir, pero a las 5.30 Jackson se despertó a raíz de unos fuertes golpes del otro lado de la puerta.

Su anfitrión comenzó a patear la puerta y querer entrar a la vivienda. Sin explicación alguna, gritaba y pateaba enajenado. Como no le abrieron la puerta, el "dueño" de la propiedad se fue sin poder ingresar. Y la pareja, para no hacerse dramas, decidió ignorar lo ocurrido y seguir los planes tal cual estaban planteados.

Al otro día, la pesadilla siguió. A las dos de la madrugada la feliz pareja escuchó ruidos y encontró a un hombre que rompía la ventana para ingresar a la unidad. Llevaba un buzo gris y tenía la capucha puesta. Luego de los gritos y las agresiones, la Policía llegó a la propiedad y detuvo al intruso: era el "superanfitrión".

Lo peor llegó después. Una señora se presentó ante la policía y se declaró como la dueña de la propiedad. Allí se supo la verdad. Ella le había alquilado el departamento al supuesto "superanfitrión", quien a su vez lo había colocado en la plataforma Airbnb. Y allí había alquilado la pareja.

Los turistas accionaron contra la plataforma para pedir una compensación, según dice el diario The Boston Globe. Por los daños psicológicos, le pidieron a Airbnb 5 mil dólares y después de varios días de negociaciones, la oferta final fue de 2.500 dólares y cinco sesiones de terapia "para superar el drama". Pero esto último pareja lo rechazó.