Las personas negras con piel blanca son perseguidas y asesinadas para utilizar partes de su cuerpo en rituales y pociones en Tanzania.
El mercado negro que trafica con partes del cuerpo de los albinos mueve miles de euros porque, en pleno siglo XXI, todavía sigue muy arraigada la creencia de que sus huesos tienen poderes mágicos en varios países africanos.
Por una extremidad de un albino se llega a pagar más de 3.000 euros, mientras que por todo el cuerpo la cifra ronda los 60.000 euros, apuntan los últimos datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). A los chicos los cazan con machetes.
Este año puede ser el más duro para la comunidad albina, ya que la celebración de las elecciones generales y presidenciales del próximo mes en Tanzania ya ha provocado un “notable” incremento de los ataques contra albinos, según la ONU.
Aunque el Gobierno tanzano prohibió la brujería en enero y está llevando a cabo campañas para atajar esta barbarie, algunos políticos siguen recurriendo a ella durante la campaña electoral para conseguir ventaja sobre otros candidatos.
En un país como Tanzania, uno de los más pobres del mundo, políticos y grandes empresarios son las pocas personas capaces de pagar grandes sumas de dinero para conseguir huesos, cabellos o extremidades de albinos.
Los albinos no solo tienen que hacer frente a las altas posibilidades de muerte temprana por cáncer de piel, sino que además tienen que luchar a diario para sobrevivir en un ambiente de marginación y persecución.
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