Romario Dos Santos Alves es un joven de 25 años de Brasil cuyos bíceps están dando que hablar en medios locales y extranjeros.
Según explica este lunes el diario británico The Daily Mail, el brasileño se inyecta aceite y alcohol en los músculos para aumentar de forma superlativa el tamaño de su musculatura en los brazos y la espalda.
El peligroso cóctel inyectado por Romario casi le cuesta la vida y le ha provocado graves problemas de salud. De hecho, los médicos estuvieron a punto de amputarle ambos brazos debido a los riesgos que entrañaban las repetidas inyecciones en sus bíceps.
Padre de un hijo, intentó suicidarse cuando su esposa estaba embarazada de seis meses.
Romario ha explicado a la prensa que en su pueblo, Caldas Novas, los niños le llaman "monstruo" y "bestia".
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