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"Comer me puede matar": la historia del joven que es alérgico a los alimentos

Alex Visker sorprendió a médicos con una extraña condición: los alimentos sólidos le produce dolores de cabeza, convulsiones y asfixia. Además, tiene alergia a la pintura, perfumes, pasto y látex, entre otras cosas.
Por Telefe Noticias

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Curiosidades: "Comer me puede matar": la historia del joven que es alérgico a los alimentos

El joven de 19 años dejó de ingerir sólidos en 2013 y desde entonces se alimenta con una fórmula de proteína a través de un tubo, con un sistema y un tratamiento que le cuesta unos 7.000 dólares al mes.

Alex experimentó problemas de salud toda su vida, que empezaron como una simple alergia a los maníes.

"Tenía tal variedad de síntomas que eso fue una de las razones por las cuales se hizo tan difícil averiguar que le pasaba", contó al Daily Mail su madre, Jodie Visker, de 45 años.

Según la mujer, "tuvimos muchos doctores que no tenían pistas de lo que era" y le decían: "No sabemos cómo ayudarte".

"El mayor recuerdo que tengo de Alez es sobre él quejándose del dolor de cabeza o tirado todo el día en la cama", relató su hermano Brady, de 21 años.

"Creí que se quejaba para no hacer cosas", confesó el hermano, quien añadió: "Un día vino mi mamá y comentó que él se estaba, literalmente, muriendo de hambre".

Recientemente, bajo el cuidado del doctor Gleich, Alex consiguió algo de alivio gracias a dos inyecciones mensuales de una droga llamada Xolair, que usualmente se utiliza para tratar el asma.

"Me ayuda a levantarme de la cama y no caer en ataques de anfilaxis", sostuvo Alex.

De acuerdo con el joven, a la hora de comer, "me siento a la mesa con mi familia, sacó mi tubo, pongo comida (la fórmula de proteína) y me uno a la conversación".

Si bien su enfermedad le hizo perder más de 300 días de clases en dos años, Alex se las arregló para graduarse del secundario con altas notas y planea profundizar su educación desde la casa.

Y aunque tuvo que dejar de toar el saxofón y el clarinete por alergia a las boquillas, el joven se muestra positivo: "Cuando se te sacan cosas te das cuenta que tan afortunado sos por poder hacer otras. Estoy agradecido de que tengo lo que tengo y eso me da una nueva perspectiva".

"Mi esperanza es la de poder ser programador informático, conseguir un trabajo desde casa y, algún día, empezar a una familia".