Nolan Scully, de cuatro años, fue diagnosticado de cáncer en 2015 y finalmente no ha podido superarlo. Su madre, Ruth, creó un perfil en Facebook para dar a conocer su día a día. Ahí hizo pública una de sus últimas conversaciones con su hijo:
Mamá: Te duele respirar, ¿no?
Nolan: Bueno… sí.
Mamá: ¿Tienes mucho dolor?
Nolan: Sí (y bajó la mirada).
Mamá: Este asunto del cáncer apesta. No tienes que luchar más.
Nolan: ¿No tengo que luchar más? ¡Pero lo haré por ti, mamá! (con felicidad)
Mamá: ¡No! ¿Eso es lo que has estado haciendo? ¿Luchar por mamá?
Nolan: Bueno… sí.
Mamá: Nolan Ray, ¿cuál es el trabajo de mamá?
Nolan: ¡Mantenerme a salvo!
Mamá: Cariño… Ya no puedo hacer eso acá. La única manera en que puedo mantenerte a salvo es en el cielo.
Nolan: ¡Entonces, me iré al cielo y jugaré hasta que llegues! ¿Vendrás, no?
Mamá: ¡Absolutamente! ¡No puedes deshacerte de mamá tan fácilmente!
Nolan: ¡Gracias mamá! ¡Iré a jugar con Hunter, Brylee y Henry!
La enfermedad de Nolan, un rabdomiosarcoma, un cáncer agresivo que ataca los tejidos blandos, empeoró el pasado mes de febrero. Los médicos avisaron a los padres del pequeño que los tumores habían crecido tanto que oprimían su corazón y sus bronquios y ya no podían hacer nada por él.
Fue entonces cuando se produjo la estremecedora conversación entre Nolan y su madre. Días después el niño falleció.
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