A Luis lo acosaban desde pequeño y para escapar de ese dolor se sumergía en las películas de fantasía como Laberinto y La Historia Interminable, así como otros cuentos de fantasía.
En una nota con Periodismo.com, Luis Padron dijo que “Con el tiempo las cosas cambiaron, comencé a caerles bien a los adolescentes mayores porque era único, y eso es lo que me animó a empezar a convertir lo que sentía en el interior, en una realidad. Empecé con cosplay pero no era suficiente, quería cambiar para convertirme en mi propia percepción de la belleza”.
A los 14 años, Luis decidió pasar por el quirófano para alterar permanentemente su apariencia, y seis años más tarde tuvo su primera cirugía plástica. Aunque el joven fan de la fantasía no reveló cuál fue la parte de su cuerpo que modifcó en el quirófano, sí dijo que le ayudó a convencerse de que era la decisión correcta. Esto fue sólo el comienzo de una larga cadena de procedimientos cosméticos.
Luis tiene más de 40 rellenos, inyecciones de Botox, liposucción en la mandíbula, una cirugía de nariz, láser de blanqueamiento de la piel para eliminar las pecas y manchas, depilación de cuerpo completo, e incluso una cirugía de ojos no aprobada para cambiar el color de los ojos de marrón al azul cristalino.
“Quiero ser un elfo, un ángel, un ser de fantasía, mi objetivo es parecer inhumano, etéreo, elegante y delicado. Tengo mi propia belleza ideal y quiero lograrlo sin importar cuanto cueste”, dice. “Me considero trans-especie, de la misma manera que se sienten las personas trans, necesito llegar a ser lo que siento por dentro, no espero que la gente lo entienda, pero pido que lo respeten.”
Luis gasta unos 5,000 dólares al mes en tratamientos cosméticos como blanqueamiento de la piel y cabello, y en productos de belleza como maquillaje y lentes de contacto de color. Y todo lo financia con comisiones que gana trabajando como modelo y asistiendo a eventos de cosplay.
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