Los bolsos tienen la forma de adorables gatitos pero la particularidad es que parece animales reales, con sus respectivas señas individuales, colas, pelaje, ojos y bigotes. Pero traen una manija.
Cada cartera cuesta entre 500 y 700 dólares, pero a los compradores no parece detenerlos el excesivo precio. De hecho, la diseñadora no para de sumar admiradores en las redes sociales, que quieren su propio bolso gatuno.
Los bolsos están hechos a mano por la misma Pico, que cose las pieles blancas y luego pinta los gatos completos con pintura acrílica para darles marcas individuales.
Su diseño más popular es el gato negro, blanco y caramelo, con ojos amarillos y nariz rosada, que vende a 685 dólares.
Aunque tiene fans en todo el mundo, Pico anunció en su cuenta de Twitter que solo comercializa sus diseños en Japón a través del sitio de subastas de Yahoo!, y que por el momento no tiene planes para enviar sus creaciones al resto del mundo.
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