Mónica Mares y su hijo Caleb Peterson irán a juicio el próximo 15 de septiembre en el estado de Nuevo México, Estados Unidos, por mantener una relación sentimental "prohibida". En caso de que el juez los encuentre culpables por el delito de incesto podrían recibir una pena máxima de 18 meses de cárcel y una multa de 5.000 dólares.
Mónica tenía 16 años cuando se embarazó de Caleb y cuando nació lo dio en adopción. El joven, quien antes de ser adoptado se llamaba Carlos, cumplió 18 años y contactó a su madre biológica a través de Facebook.
Según la demanda, la pareja tuvo relaciones sexuales luego de que el joven se mudara a vivir con su madre biológica. "Caleb admitió haber tenido relaciones íntimas con su madre", indica y ellos no lo niegan: según el documento de la corte, "el joven declaró que ella siempre tuvo mala suerte con los hombres y había estado en varias relaciones abusivas a lo largo de su vida, por lo que Caleb sintió que era su obligación cuidarla".
El romance clandestino saltó a la luz luego de que las autoridades recibieran una llamada anónima a raíz de una disputa doméstica. En una entrevista exclusiva con Daily Mail, la mujer afirmó que está dispuesta a "arriesgar todo" e ir a la cárcel por amor a su hijo. También contó que decidió hacer pública la relación con el objetivo de "defender las relaciones de Atracción Sexual Genéticas (GSA)".
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