Cuando Emilio Calatayud supo que el menor aspiraba a trabajar como peluquero, decidió que su condena fuera completar el curso y terminó siendo "condenado" a cortarle el pelo al juez.
Ese será el examen final que tendrá que superar el joven que robó 600 euros y un secador en la peluquería en la que estaba aprendiendo.
El menor, hijo de una familia numerosa que vive con una pensión de 700 euros, tendrá además que terminar el curso de estilismo que está realizando.
El juez Calatayud es un escritor y magistrado español, juez de menores de Granada, muy conocido por sus sentencias rehabilitatorias y ejemplares.
En su historial de condenas educativas, cuenta con algunas muy recordadas como cuando condenó a un hacker a dar mil horas de informática gratis, otro menor, que conducía alta velocidad, tuvo que pasar 100 horas patrullando junto a la policía local y a otro niño que había quemado varias papeleras lo puso a trabajar con los bomberos.
El juez asegura que el 80% de los menores que pasan por su juzgado aprenden la lección y aprovechan la oportunidad. Lo dice por experiencia. El propio juez, cuando tenía 13 años, fue enviado por su padre a un correccional.
Comentarios