Entre algunas de las cosas que ha vivido la pequeña, un accidente dejó a los médicos con la boca abierta. Olivia fue atropellada y arrastrada por un coche y ni se inmutó, a pesar de las evidentes heridas que sufría. Con la marca de los neumáticos sobre su pecho y la piel de los dedos y la cadera levantada, se levantó y preguntó: "¿Qué pasa?"
"No sabe lo que es el peligro", relató su madre, Niki Trepak, para el diario británico Daily Mail.
Olivia no es una temeraria, sino una "niña biónica", como la llaman. Su particular condición se debe a la ausencia del cromosoma 6 que hace que no sienta ni dolor, ni sueño, ni hambre. Los especialistas, intrigados, aseguran que es el único caso en el que se evidencian los tres síntomas en una sola persona.
Sus padres y los médicos se percataron de la anomalía cuando, jugando en la guardería, la pequeña se partió el labio inferior y ni siquiera lloró ni se quejó. La herida necesitó cirugía, pero Olivia ni siquiera se inmutó.
A raíz del diagnóstico, los padres comenzaron a recordar extraños comportamientos de la niña con pocos meses de edad. Como cuando dejó de dormir la siesta a partir de los nueve meses o cómo no lloraba nunca siendo un bebé.
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