Carol Praddo es una mujer que vive en Praia Grande en Sao Paulo y tiene 35 años. Hace tres años que viene transformándose en diablo con sus tatuajes en todo el cuerpo. Tiene el 60% de su cuerpo tatuado: su lengua, ojos, dientes y frente están destinadas para reencarnar en un diablo.
La mujer se introdujo en el mundo de los tatuajes hace 11 años, cuando todavía era asistente administrativa y conoció a su actual marido en un estudio.
Ahora, la llaman la mujer demonio. Tiene cuatro cambios extremos: pigmentación ocular (tatuaje del globo ocular), hendidura de lengua, dientes con coronas metálicas y cuernos en la frente (implantes transdérmicos).
“Comprender esto es evolución. Es normal que la gente mire, pero es inaceptable en la calle que esté caminando con mi hijo y mi esposo y que me maldigan”, dice. “Independientemente de las opciones, hay que respetar a las personas como ser humano, como individuo”, agregó.
Comentarios