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La verdad científica detrás de la leyenda del chupacabras

Cuenta Benjamin Radford, del Comité para la Investigación Escéptica, de Estados Unidos, que la primera persona que vio al chupacabras fue Madeylen Tolentino, de Canóvanas, este de Puerto Rico, en 1995.
Por Telefe Noticias

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Curiosidades: La verdad científica detrás de la leyenda del chupacabras

Hay una criatura que ha desafiado todas las leyendas, alcanzado una fama mundial: el chupacabras. Desde Puerto Rico hasta Rusia se habla de él, pero ¿cuál es la verdad detrás de este raro animal que ataca como un vampiro?

Cuenta Benjamin Radford, del Comité para la Investigación Escéptica, de Estados Unidos, que la primera persona que vio al chupacabras fue Madeylen Tolentino, de Canóvanas, este de Puerto Rico, en 1995.

Tolentino lo describió como un ser terrorífico, parecido a un extraterrestre, que pasó frente a la ventana de su casa.

Luego, otros pobladores lo describieron como una criatura bípeda, de entre 1,20 y 1,50 metros de alto, con grandes ojos, púas a lo largo de su espalda y largas garras.

Esta bestia, como la llamaba la gente, era responsable por la muerte del ganado, al cual le succionaba toda la sangre a través de perforaciones en el cuello.

Luego de que se hicieran públicos otros ataques, y de que los medios comenzaran a reportar nuevas víctimas que "aparecían sin sangre" en sus cuerpos, la leyenda del chupacabras se volvió viral. Primero recorrió toda la isla, luego se hizo presente en América Latina y el sur de Estados Unidos.

En internet encontró una perfecta caja de resonancia, impulsada además por los fanáticos de los objetos voladores no identificados y creyentes de teorías de conspiración.

A principios de la década del 2000, hizo su aparición un chupacabras diferente. Esta versión guardaba rasgos de la criatura que había sido avistada en los primeros reportes, pero ahora se parecía menos a un extraterrestre.

De hecho, ahora lo describían como un animal sin pelos en la piel, que se desplazaba en cuatro patas, como los perros.

El cambio de apariencia no le hizo perder credibilidad, por cuanto había testigos que reportaban haberlo visto y, por supuesto, estaban los cuerpos criaturas que había sido encontradas o cazadas.

El punto obvio para comenzar la investigación fueron los cuerpos del chupacabras. En su mayoría aparecieron en el estado de Texas y otras zonas en el sureste de Estados Unidos. Radford contabilizó 12 en total.

Realmente eran tan horribles como las descripciones hechas por los testigos: sin pelos, demacrados y con la piel aparentemente quemada.

Las expectativas se fueron disipando luego que las pruebas de ADN revelaron una realidad bastante corriente. Los cuerpos eran perros, coyotes o mapaches, e incluso uno era un pescado.

La profesora Allison Diesel, de la Universidad de Texas A&M y especialista en enfermedades inflamatorias de la piel, confirmó esta versión y agregó que esta enfermedad puede ser lo suficientemente espantosa como para hacer lucir a cualquier animal como un monstruo.

Fuente: BBC Mundo