Curiosidades

Las revelaciones del hombre que espió a los clientes de su hotel mientras tenían sexo

La increíble historia de este mirón compulsivo fue contada en la revista The New Yorker y pronto se convertirá en un libro, escrito por el periodista Gay Talese. Hoy Foos tiene 80 años, hace tiempo que está retirado y decidió que ya era momento de confesarse.
Por Telefe Noticias

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Curiosidades: Las revelaciones del hombre que espió a los clientes de su hotel mientras tenían sexo

Desde muy chico, Gerald Foos sintió un incontrolable deseo por espiar la vida de los otros. Y en cuanto pudo, lo llevó al extremo. Compró un motel (lo que en Argentina llamamos hotel alojamiento) en Colorado e hizo agujeros en cada una de las 21 habitaciones.

Durante 30 años husmeó lo que pasaba adentro: los amores furtivos, los encuentros clandestinos, la agotada rutina de los matrimonios de muchos años, los tríos entre compañeros de trabajo. Y también elaboró estadísticas en base a sus observaciones, convirtiendo su afición en una suerte de laboratorio de los comportamientos sexuales y sociales en el siglo XX.

La increíble historia de este mirón compulsivo fue contada en la revista The New Yorker y pronto se convertirá en un libro, escrito por el periodista Gay Talese. Hoy Foos tiene 80 años, hace tiempo que está retirado y decidió que ya era momento de confesarse.

Foos compró el motel Manor House en 1966. Ubicado en Denver, Colorado, le hizo algunas reformas para satisfacer su curiosidad. Agujeros de 15 centímetros por 35 tapados por pantallas de aluminio le daban una visión cenital de sus húespedes.

En otra de estas notas, Foos escribió: “No son una pareja feliz. Él es un ignorante del proceso sexual y los preliminares a pesar de su educación”. Otra vez observó a un trío. "El marido tomaba fotografías de su mujer y del otro hombre teniendo sexo en diferentes posiciones. Debía tratarse de compañeros de trabajo, porque una vez que terminaron, se pusieron a discutir sobre la venta de aspiradoras". En otra oportunidad vio a un hombre que había quedado paralítico durante la guerra de Vietnam con su mujer, a la que le preguntó: “¿Por qué me seguís amando cuando estoy así?”.

El dueño de Manor House terminó presenciando miles de encuentros. Y consideraba su trabajo superior al de los sexologos y al de los focus groups porque la gente no sabía que estaba siendo observada. De los 293 actos sexuales que presenció en 1973, "195 eran heterosexuales, la mayoría en la posición del misionero". También dividía a sus clientes en cuatro categorías diferentes, según su fogocidad sexual.