Un francés fue demorado cuando embarcaba un vuelo en el aeropuerto de Cerdeña (Italia) con una botella llena de arena.
Una ley de 2017, que prohíbe llevarse arena de las playas locales, estipula multas de entre 500 y 3.000 euros (600 a 3.550 dólares) y hasta penas de cárcel.
Al intentar salir con un vuelo desde el aeropuerto Cagliari Elmas, las autoridades locales hallaron que el extranjero llevaba el recipiente con unos dos kilos de arena.
Como castigo por ese accionar, al viajero francés le aplicaron una sanción monetaria de 1.000 euros (unos 1.200 dólares).
"La botella fue confiscada y ahora se encuentra en nuestra sala de operaciones, donde retenemos todos los elementos confiscados", explicó a los medios locales un portavoz de los Cuerpos Forestales de Cerdeña.
Y agregó: "A finales de año normalmente tenemos varias botellas de arena acumuladas".
Las autoridades remarcaron que esos comportamientos atentan contra el medio ambiente y el uso sustentable de las playas de la isla.
Foto: ilustrativa
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