"Los híbridos como éstos son muy raros, y generalmente son más débiles que los cachorros de león o de tigres", explica a AFP Dimitri Miloserdov, investigador del Museo Darwin de Moscú. Además los machos son "estériles".
"Pero si se les cuida bien pueden crecer y vivir mucho tiempo", precisa.
La administración del zoológico es muy consciente de ello. Zar come en cuanto tiene hambre, duerme 16 horas diarias y juega cuando se le antoja.
"Todos nos ocupamos de él, estamos muy orgullosos de tener este pequeño tesoro. ¡Nuestro león con rayas es único!", exclama Airapetian, entusiasmado.
La tigresa no tiene acceso al cachorro y el león César, su padre, tampoco.
El ligre, de dos meses y medio y unos 5 kilos de peso, "es todavía demasiado pequeño y frágil" para conocer a sus padres, insiste Airapetian.
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