Los habitantes de Launceston -Tasmania, Australia- amanecieron sobresaltados cuando contemplaron cómo un lobo marino recorrió la pequeña ciudad durante varias horas.
El día después de Navidad, los ciudadanos de esa localidad ubicada a 50 kilómetros del mar contemplaron como este animal se subió sobre dos vehículos que quedaron dañados por los 200 kg de peso del mamífero.
Representantes del Departamento de Parques y Vida Salvaje de Australia dispararon dardos tranquilizantes al mamífero, que se quedó dormido en un lugar próximo a los vehículos.
Una vez superada la revisión médica pertinente, quedará en libertad y será devuelto al mar.
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