Tres amigos se aprontaban para meterse a la pileta y estaba todo dado para que fuera una tarde genial. El sol radiante y el agua cristalina invitaban a nadar y disfrutar, sin embargo, un hombre tuvo la infeliz idea de empujar a su amiga al agua.
Pero la broma le salió mal y los dos terminaron sumergidos en el agua. Él, muerto de vergüenza, ella, dolorida producto del tremendo golpe que recibió.
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