Las alarmas se encendieron en la Premier League tras la reactivación de la competencia luego de más de tres meses sin actividad por la pandemia de coronavirus.
En el encuentro entre Arsenal y Manchester City, uno de los primeros partidos en disputarse, uno de los futbolistas de los Gunners participó del enfrentamiento a pesar de haber dado positivo en una de las pruebas de COVID-19.
El jugador, cuyo nombre no fue revelado, perjudicó a otros dos deportistas del equipo con los cuales estuvo en contacto estrecho. Los tres implicados no se entrenaron antes del enfrentamiento ante los dirigidos por el Pep Guardiola.
Según el protocolo aprobado para el regreso de la Premier, los tres futbolistas deberían haberse sometido a una cuarentena de 7 días. Sin embargo, antes de que se cumpliera el plazo, dieron negativo a un nuevos test y se reincorporaron al plantel londinense.
La polémica estalló dado que no se cumplió con el protocolo establecido por las autoridades de la liga inglesa y, al no saber con exactitud si se trataba de un falso positivo, podrían haber generado un contagio masivo durante el partido.
Finalmente, el Manchester City se llevó la victoria por 3-0 con goles de Raheem Stearling, Kevin De Bruyne y Phil Foden.
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