Por Miguel Bossio
Dos campeones del mundo. Uno allá, en Barcelona. El otro acá, en Lanús. No se conocen, jamás se abrazaron y tienen un océano –el Atlántico—que los distancia. Historia linda que nos regala esta maldita pandemia y que vale la pena conocer. Allá, Néstor Aiello, médico argentino de 59 años, prestigioso miembro de la Sociedad Catalana de Pediatría y recién recuperado de Coronavirus. Acá, Héctor Enrique, el Negro, ex futbolista, 57 años, el que le dio el pase a Maradona antes de que Diego les hiciera a los ingleses el mejor gol de los Mundiales.
El “había una vez” es sencillo… Había una vez un pediatra argentino que se enfermó de Coronavirus en Barcelona. En el peor de los momentos, orillando la muerte, recibió un mensaje de aliento. Era de alguien que, futbolísticamente, le había dados muchas alegrías: con la camiseta de la Selección en el Mundial 86, y con la de Lanús, ciudad y club que los abraza y los hermana. Con Néstor a punto de irse a terapia intensiva, esos videos llenos de optimismo y esperanza, lo llevaron a una pronta recuperación.
“Yo me estaba muriendo, Negro. Vos me diste un pase gol como a Maradona: me salvaste la vida”, le dice Néstor, ya recuperado, siempre vía whatsapp y con Telefe Noticias como testigo privilegiado. Y el Negro, que en estos días cumple los 58, se emociona al borde de las lágrimas. Es consciente de que un par de videítos suyos ayudaron a otro “granate” a seguir jugando en Primera. “Siento la misma alegría que cuando nacieron mis hijos o cuando abracé a mis viejos”, confiesa, mirando a la cámara del celular y sabiendo que Néstor salió adelante.
Nacido en Lanús e hincha de Lanús, el pediatra dueño de la matrícula 17/5429 hizo la residencia en el Hospital Británico, trabajó en el Garrahan y en el sanatorio San Lucas de San Isidro. Se fue a La Lucila y San Bernardo y, desde ahí, “corralito” mediante, se rajó a España. Allí sigue atendiendo a esos chicos que tanto quiere y a los que hace disfrazar de superhéroes para que vayan contentos a la consulta. En marzo empezó a sentirse mal por esta enfermedad a la que define como una “porquería”. Cuando lo iban a pasar a terapia, pidió que esperaran un día más. Y ahí, a través de amigos en común como Ana y Julio, apareció el primer mensaje “salvador” del ex volante de Lanús, River y la Selección. Néstor, que recuerda haber gritado un golazo suyo ante Colón, de lejos y por arriba del arquero, comenzó inmediatamente una recuperación casi milagrosa.
Insert de Video
“Si una persona que no me conoce me está dando ánimo, yo no puedo bajar los brazos”, recuerda Néstor de esas horas complicadas. “Los médicos siempre estamos en la trinchera, y a mí me pegaron un tiro que, por suerte, no me mató. Y el video del Negro me hizo más fuerte”.
Además de crack con la pelota, Héctor Adolfo Enrique siempre fue un tipo divertido, carismático, positivo. Se jacta -mitad en broma, mitad en serio- de haberle dado “el pase gol” a Maradona contra Inglaterra. Aclaración para los no futboleros: fue un pase común y corriente en mitad de cancha al que Diego inmortalizó en los diez segundos posteriores con la mejor jugada de la historia de los Mundiales: gambeteó hasta a la reina de Inglaterra y autografió así esa obra de arte futbolera. Según ironiza el Negro, si él no le daba el pase, ese golazo no hubiese existido…
Lo cierto es que, mensaje va, respuesta viene, Néstor se sanó. El video que acompaña a esta nota es un canto a la emoción, a la mano tendida desinteresadamente, a la resiliencia, a la amistad. El pediatra argentino está a punto de volver a la trinchera (como él define a su trabajo) y avisa que tiene una cosa pendiente en su vida: darle un abrazo de gol a ese amigo de whatsapp que le salvó la vida. Al Negro Enrique, claro, que sigue dando pases geniales como el que le dio a Maradona.
Comentarios