Carolina Luján es la única ajedrecista argentina que logró el título de Maestra Internacional Absoluta. Cuenta en su haber con los títulos de Gran Maestra Femenina y ostenta dos Normas de Gran Maestra Absoluta. Representó al país en seis copas del mundo y en nueve olimpíadas consecutivas.
Este año, al igual que sucedió en 2017 cuando le dijo no a la Copa del Mundo en Teherán, desistió de participar de las Olimpíadas en Budapest: "En el 2024 le digo no a las Olimpiadas en Budapest", manifestó en una carta abierta que publicó en cuenta de Instagram. ¿Por qué? "Prioricé mis convicciones, mis valores y especialmente mi salud mental", explicó.
Luján afirmó que "las reglas desaparecieron".
"Después del conocido reclamo que hicimos con las Damas Olímpicas (2018/19), la FADA, va… quien se cree dueño de la institución, sacó el reglamento de años y, según anunciaron desde los medios de la misma, habían creado un Cuerpo Técnico (CT) que iba a seleccionar quienes participaban de las competencias internacionales. Ese CT no existió, ni existe, o alguien vio aunque sea una charla con ese CT?, no hay entrenamientos, ni concentraciones, ni trabajos planificados con una preselección y selección, ni mucho menos giras deportivas, nada… porque el CT es este señor que ya les dije, se cree dueño de la federación, apenas mueve las piezas y, también decía ser Presidente de FADA", expresó la jugadora.
"Lo que realmente importa es cómo le caigas al señor que también se cree dueño de nuestras carreras", denuncia la ajedrecista campeona argentina, sudamericana y panamericana en reiteradas ocasiones.
Luján dio detalles del dinero que recibió el equipo argentino de parte de FADA para participar de las Olimpíadas en Chennai, India, y que luego le pidieron que reintegre, cuando ya lo había gastado y había enviado los comprobantes correspondientes.
Mientras participaba del Abierto Internacional de Villa La Angostura, "me comunican que fui desafectada del Equipo Olímpico Argentino. Desconcertada y angustiada, les envío una carta documento (y mail con ese texto a toda la Junta Directiva) pidiendo explicaciones a la FADA, que por el mismo medio, responden negando todo y justificándose en que es simplemente una decisión deportiva por supuesto ´mal clima´ en el equipo. Pero lo más loco es que pocos días después publican en su página oficial un comunicado tremendo en el que me ensucian, me agreden y mienten sin ningún tipo de escrúpulo", agregó.
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"Jugué 9 Olimpiadas, tengo una trayectoria ejemplar en todo sentido, y esta gente dice y hace lo que quiere con total impunidad. Pese a comenzar todo el recorrido legal, sin respuestas de FADA, las represalias continuaron: me quitaron mi condición de Olímpica (actual), me sacaron la beca de la Secretaría de Deportes de la Nación que mediante un reclamo conseguí recuperar, no pude representar a mi país en los Juegos Sudamericanos siendo la Nro. 1 de Argentina y top 100 del mundo en esa modalidad, atentaron de diversas maneras contra mi trabajo, perdí mis sponsors, me hicieron y me hacen sentir constantemente el amedrentamiento a todo mi entorno", denunció.
"En este contexto no tengo la libertad de elegir, todo esto que sucedió condiciona mi decisión, tanto que no podría competir tranquila, enfocada, fuerte, ni mucho menos acompañada. Lamentablemente en estas condiciones, con estas irregularidades, con el nivel de maltrato y persecución a los jugadores me veo obligada a dejar de hacer lo que más amo que es jugar al ajedrez y representar a mi país", subrayó Luján.
"No quiero ser cómplice, siquiera con el silencio, del daño que le hacen al ajedrez. Es injusto y triste ver que sigan permitiendo que una persona decida a través de manipulaciones, a dedo, quién puede jugar y quién no, quién recibe apoyo, premios y quién no, básicamente decidiendo todo con total impunidad, violando sistemáticamente los logros deportivos (títulos, ranking, campeonatos, etc) de quienes nos dedicamos al ajedrez", argumentó la ajedrecista.
Por último, Luján indicó que "dejo en manos de la justicia mi caso porque después de tanto tiempo entiendo que es la única herramienta concreta que tenemos para cambiar algo, para que la verdadera casta del ajedrez deje de destruir todo. Gracias por escucharme, espero que mis palabras inviten a una reflexión profunda y que los convoque a defender el ajedrez argentino.
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